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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de julio de 2017.- La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) trabaja en una norma para que el aceite que se utiliza en loncherías y restaurantes de la capital para preparar comida, sea reciclado como biocombustible y no sea vertido al drenaje, como ocurre actualmente en un alto número de establecimientos, con la consecuente contaminación.
Así lo informó a Quadratín el director de Regulación Ambiental de la dependencia, Rubén Lazos, al ser consultado sobre dicho aceite que además cuando se seca tapona las coladeras y reduce el paso del agua de las lluvias.
“La dirección general de Regulación Ambiental, por instrucción de la Secretaria Tanya Müller instaló la mesa de trabajo de la norma ambiental para el manejo adecuado para grasas y aceites vegetales para su reciclaje. Esto es muy importante porque la mesa de trabajo está en la fase final y en breve pondremos a consulta pública la propuesta de norma para una correcta separación y manejo de grasas y aceites vegetales usados», dijo.
“No había una norma, hoy en día la Secretaría de Medio Ambiente se pone a la vanguardia haciendo una propuesta de regulación para este tema”, afirmó.
-¿Para cuándo estará lista?
-Seguramente en un mes o dos meses estará lista para su publicación.
-¿Qué proponen? Ya que algunos de esos aceites pueden ser útiles para biocombustibles
-Claro. Ya hay empresas en la ciudad de México dedicadas a la colecta de aceite vegetal usado, ahora con una norma de este tipo estas empresas tendrán mayores posibilidades de aumentar volúmenes de recolección para orientarlo a biocombustibles, que es uno de los productos que podrían generarse. También podrían producirse aditivos de lubricidad, más que biodiesel se utiliza como aditivo de lubricidad. La política medioambiental también impulsa la actividad económica.
Cuestionado sobre si se avecina una norma para reciclar los aceites usados en los talleres mecánicos, que también son vertidos a las coladeras, responde que eso compete a las autoridades federales.
Más información en Respuesta de población, el mayor reto en separación residual: Sedema