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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero de 2019.- La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ofreció algunos avances a casi un mes del accidente del helicóptero que colapsó, donde murió la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle con tres personas más en la víspera de Navidad, el 24 de diciembre pasado.
Entre los principales líneas de investigación, aún por confirmar, es que se presume que el helicóptero Augusta 109, modelo 2011, impactó contra el terreno en una actitud invertida con un ángulo de 60 grados, formando un cráter y en donde se entierra la cabina de tripulantes: “De los componentes recuperados se podrán reconfirmar estos datos”, informó el subsecretario de la SCT, Carlos Morán Moguel.
El aeronave tenía un tiempo total de vuelo de dos mil 74 horas, relativamente nueva según indicó el funcionario quien explicó que era propiedad de Servicios Aéreos del Altiplano S. A. de C. V., con funciones de taxi aéreo con base en el Aeropuerto de Puebla.
La Dirección de Aeronáutica Civil de la SCT es la responsable de la investigación técnica, junto con dependencias locales en Puebla, y un piloto que colabora en aspectos de la unidad.
Acompañado del titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, el funcionario federal explicó que además de los especialistas de Canadá, Estados Unidos e Italia, se acudió a los fabricantes del aeronave para profundizar en detalles para las indagatorias.
El subsecretario Morán Moguel informó que tras el análisis de las partes de la aeronave accidentada se enviará el reporte a las autoridades que compete, y a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), para seguir con la integración del expediente y así dar paso a un reporte final.
Tanto Jiménez Espriú como Morán Moguel, evitaron entrar en especulaciones pues señalaron que es importante respetar el trabajo de los expertos de las dependencias nacionales, y organismos extranjeros.
“Yo no quisiera realmente especular sobre cuál fue el origen de una maniobra de esa naturaleza, tiene que ver con los técnicos y ellos dicen ‘vamos a analizar los componentes’, no se sabe lo que pudo haber ocurrido, hasta que no se tenga el análisis de laboratorio, ahí se hacen pruebas destructivas… todo pudo haber ocurrido, alguna falla de otro tipo, no queremos especular, sería irresponsable especula sobre una irresponsabilidad de alguien”, comentó Carlos Morán.
El secretario de Comunicaciones y Transportes refirió que no se puede puntualizar una fecha específica para obtener un reporte final de lo ocurrido en el accidente, puesto que puede tomar semanas o incluso varios meses.
“No les podemos dar plazo, son investigaciones que se hacen en el laboratorio, pueden ser investigaciones y los resultados pueden ser pronto pero pueden no serlo, hemos solicitado una atención especial una gran atingencia de los laboratorios y la solicitud de hacerlo a la brevedad posible pero tampoco es posible que en estas cuestiones de carácter técnico precipitar las cosas”, apuntó Jiménez Espriú.
El titular de la SCT detalló que una vez que se conozca el dictamen técnico de lo que pudo ser el origen del accidente, queda además la parte procedimental y ministerial tanto de la Fiscalía de Puebla, y de la Fiscalía General de la República (FGR) en donde también por su parte siguen otro tipo de indagatorias correspondientes.
“En función del dictamen técnico, podrá haber nuevas líneas de investigación pero no vamos a especular en este caso, hay diferentes hipótesis, el (subsecretario) les marcó una de carácter estrictamente técnico a partir de algunas cuestiones que pueden darse, pero a partir de los dos dictámenes tanto de lo que hacen del punto de vista de la Procuraduría de Puebla y la FGR, como de la parte técnica se hará el complemento de la información Federal, pueden ser semanas pero pueden ser meses también eso dependerá de los diferentes laboratorios”, concluyó.