Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo de 2024.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 5 de mayo Día Internacional de la Partera. El lema para este año es «Las parteras: una solución climática vital», tomando en cuenta que, en el contexto de catástrofes, las parteras suelen aportar sus saberes y conocimientos en la atención de las personas: “La crisis climática en particular conlleva amenazas específicas para las mujeres y las niñas: los estudios demuestran que el aumento de las temperaturas puede provocar complicaciones en el embarazo y causar o agravar problemas de salud materna, como partos prematuros y abortos espontáneos.”
En el marco de esta conmemoración, en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) reconocemos la importancia de las parteras tradicionales como agentes fundamentales para la atención materno-infantil en las comunidades indígenas y afromexicanas, en donde existe una precariedad en los servicios de salud aunada a diversas condiciones adversas, entre las que destacan emergencias sanitarias, como fue el caso de la pandemia generada por el COVID-19, así como las crisis climáticas y humanitarias.
En el INPI estamos conscientes de que la partería tradicional contribuye a minimizar la mortalidad materna, la cual es un indicador fundamental de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Su ejercicio es trascendental ya que puede identificar complicaciones y signos de alarma y evitar la muerte de mujeres, en particular de las mujeres indígenas y afromexicanas.
La partería tradicional es parte de los sistemas de salud de los pueblos indígenas y afromexicanos, los cuales operan como vínculo entre las comunidades y el sector salud, lo cual favorece a la atención obstétrica. En consecuencia, el ejercicio de la partería coadyuva al derecho a la salud de las mujeres y de los recién nacidos. Generalmente la transmisión de saberes tradicionales, en este caso aquellos asociados a la partería, se adquiere por herencia y transmisión oral en la lengua materna, así como por intervenciones de actos relacionados con lo divino y lo sagrado; actualmente existe una pérdida significativa de saberes, lo que pone en riesgo la reproducción de la partería tradicional indígena y afromexicana.
La partería tradicional cuenta con un reconocimiento comunitario, por lo tanto, su práctica dentro del proceso salud-enfermedad-atención-muerte se realiza desde las cosmovisiones y filosofías que forman parte de identidad cultural de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.
No obstante, las condiciones en las que se ejerce la partería indígena y afromexicana son de profunda desigualdad y vulnerabilidad; prevalece la precariedad, la limitada retribución económica, el escaso o nulo reconocimiento, el utilitarismo, la descalificación, la discriminación, el racismo e incluso la criminalización por parte de los servicios de salud.
En este contexto, es importante subrayar que las parteras son aliadas de otras mujeres, ya que viven en sororidad, desde del embarazo hasta el puerperio, lo cual contribuye a empoderar a las mujeres en la toma de decisiones en relación con su salud sexual y reproductiva.
Frente a estas circunstancias, el INPI promueve el ejercicio de la partería y la medicina tradicional indígena y afromexicana mediante el fortalecimiento de sus instituciones, saberes y prácticas de salud, lo cual incluye la preservación de plantas, animales, minerales, aguas, tierras y espacios sagrados de interés vital para el ejercicio de la medicina tradicional.
Este año se adicionó una nueva modalidad, en las Reglas de Operación del Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas, para el “Fortalecimiento, reconocimiento y transmisión de saberes de la partería tradicional indígena y afromexicana” a fin de visibilizar la partería tradicional.
Los proyectos impulsados versan sobre la construcción, equipamiento y rehabilitación del temazcal, la casa de medicina tradicional y otros espacios para la atención de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio; también se han implementado talleres sobre técnicas de atención a gestantes y atención prenatal y la identificación de factores que inciden en la muerte materna. Además, se establecieron jardines de plantas medicinales para su uso y se realizaron encuentros de intercambio de saberes de la partería, así como la difusión y promoción de la atención con parteras.
Estos proyectos corresponden a los Planes de Justicia y de Desarrollo Integral impulsados por el gobierno de México, entre los cuales se encuentran el de los Pueblos Xidza y Xhon, Zapoteco y Chinanteco del Distrito de Ixtlán, Chocholteco, O’dam o Au´dam, Ná’ayeri, Wixárika, Yoreme-Mayo, de la Sierra Tarahumara (Ralámuli, Ódami, Oichkama, Pima y Warijó), Chichimeca-Otomí, Chinanteco y Mazateco del Valle de Uxpanapa y de la Selva Lacandona.
Lo anterior muestra que la partería tradicional es una práctica crucial de los sistemas de salud de los pueblos indígenas y afromexicanos que contribuye a preservar y reproducir las cosmovisiones, saberes y prácticas ancestrales y sobre todo a fortalecer y complementar el sistema de salud nacional.
Las parteras tradicionales indígenas y afromexicanas han expresado la necesidad de ser reconocidas y valoradas por la sociedad en general, en las leyes, en las instituciones y el Estado. Por tanto, resulta imprescindible implementar políticas públicas orientadas a fortalecer y reconocer el ejercicio de la partería tradicional en nuestro país.
Por esta razón, el INPI promueve la iniciativa de reforma constitucional al Artículo 2º constitucional, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 5 de febrero, a la Cámara de Diputados, la cual reconoce a los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas como sujetos de derecho público con personalidad jurídica y patrimonio propio; y, en el marco del ejercicio de su derecho de libre determinación y autonomía, a desarrollar, practicar, fortalecer y promover la medicina tradicional, así como la partería para la atención del embarazo, parto y puerperio, y a reconocer a las personas que las ejercen, incluidos sus saberes y prácticas de salud.
En el marco del Día Internacional de la Partera es trascendental reconocer y celebrar su papel de actoras y protagonistas de la preservación del patrimonio cultural tangible e intangible de sus comunidades y pueblos indígenas y afromexicanos.