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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre (Quadratín México).- Científicos de la UNAM promueven la instalación de sensores que al conectarse al puerto USB de las computadoras, podrán detectar y analizar las vibraciones del suelo durante un temblor.
La instalación de la Red permitirá obtener y difundir información sobre el origen (epicentro y magnitud) y consecuencias de un sismo (mapas de intensidad) en muy corto tiempo, aproximadamente 10 segundos de ocurrido el movimiento.
Allen Husker, integrante del Instituto de Geofísica (IGf) y coordinador del proyecto, explicó que la RAS, que inició su funcionamiento en el Distrito Federal, Acapulco, Guerrero y Oaxaca, es capaz de detectar las ondas provocadas por movimientos telúricos de alto riesgo en periodos cortos de tiempo.
La Red Atrapa Sismos (RAS) consiste en colocar sensores sísmicos al puerto USB de computadoras con conexión a Internet, pertenecientes a dependencias públicas y privadas, para detectar las vibraciones del suelo durante un temblor.
Es de bajo costo y propone el uso de cientos de computadoras en gran parte del territorio nacional, encendidas las 24 horas del día y conectadas a Internet, con la participación de voluntarios que el grupo de investigadores denominan “ciudadanos científicos”.
Basta con descargar y ejecutar un software gratuito de la página web del proyecto (www.ras.unam.mx), conectar un acelerómetro externo al puerto USB de la computadora (que deberá permanecer encendida el mayor tiempo posible), orientar el dispositivo hacia el norte y fijarlo al suelo para evitar que se mueva durante el sismo.
Los sensores son proporcionados en forma gratuita y los datos generados permiten crear mapas, en los que se determinan las zonas donde la amplificación sísmica fue mayor, información de vital importancia para los trabajos inmediatos de rescates después de un movimiento.
Trabajan en segundo plano sin afectar la labor que pudieran realizar los usuarios de las PC o de las propias dependencias involucradas.
Husker indicó que en México no se cuenta con un sistema que divulgue este tipo de mapas para el servicio público. La información generada durante un temblor es transmitida y concentrada directamente a la página de la RAS, administrada por el Instituto de Geofísica
Con este proyecto que es de bajo costo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se suma a la Red Mundial Atrapa Sismos (Quake Catcher Network), impulsado por la Universidad de Stanford.
Con la instalación de la Red, la UNAM se pone a la vanguardia en el uso de tecnologías con beneficios directos a la sociedad, señaló en un comunicado la máxima casa de estudios.
El científico del Departamento de Sismología del IGf, explicó que la idea es aprovechar a todos aquellos usuarios de Internet interesados en la ciencia con un beneficio adicional.
De esa manera se tendrían miles de sensores, que si algunos estuvieran apagados, tendríamos otros disponibles que cubrirían diferentes áreas.
Aun cuando México cuenta con el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), con 16 acelerógrafos localizados a lo largo de la costa de Guerrero, no es suficiente pues la red de este centro está limitada únicamente a esta entidad.
Que si bien, añadió, tiene un riesgo alto, no se descarta que un evento de gran magnitud pudiera ocurrir fuera del área de detección. De ahí la importancia de la nueva red.
Por ejemplo, al ocurrir un temblor en la costa guerrerense tenemos poco más de un minuto para que las ondas lleguen a la Ciudad de México, tiempo suficiente para cerrar el gas, apagar la luz y desalojar los edificios.
La nueva red no interfiere con la labor que ya desarrollan instituciones como el Sismológico, pues aseguró que no se duplica “el trabajo del Servicio Sismológico Nacional de la UNAM, ni del Sistema de Alerta Sísmica del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, por el contrario, nuestra información funciona como un sistema de respaldo o complemento”.
Para llenar al país con estos dispositivos tardarán algunos años, sin embargo, ya se tiene una parte desarrollada. “Por ejemplo, después del sismo del 20 de marzo, ocurrido en la costa de Guerrero, los sensores nos permitieron determinar magnitud y localización del temblor después de 10 segundos”.
No obstante, para los de mayor magnitud quizá los sensores pudieran tener un margen de error mayor, pero les permitirá anticipar que se trata de uno de ese tipo en un lapso de tiempo menor.
Es un ejercicio que no afecta el desempeño de las computadoras. “Hasta el momento se han instalados sensores en las escuelas preparatorias de la UNAM, escuelas primarias públicas y privadas, así como hospitales del ISSSTE, del IMSS y en oficinas del Infonavit.
El científico de la IGf de la UNAM, Allen Husker, anunció que próximamente se iniciarán trabajos en Michoacán y Jalisco; después se buscará instalarlos en dependencias gubernamentales de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
“Se puede crear una red muy densa, similar a la de Estados Unidos, donde iniciaron este proyecto desde hace poco más de cinco años, que se ha extendido en el mundo y que nos permitiría involucrar a la gente en la ciencia para que comprenda los sismos”.
Refirió que el Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM implementa la RAS con la colaboración de las universidades de Stanford y de California, Riverside, en Estados Unidos.
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