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CIUDAD DE MEXICO, 22 de noviembre (Quadratín México).- En septiembre pasado, en Quadratín dimos cuenta de un estudio del del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), donde advirtió que un sólo chicle puede albergar hasta 10 mil bacterias y hongos recogidos del medio ambiente en que se encuentra; hoy, en la Cámara de Diputados se habló de otra investigación donde refiere que también pueden concentrar hasta 50 mil gérmenes, por lo que se propuso la aplicación de un impuesto del 50% a la goma de mascar, tanto en su comercialización como en importación.
Al presentar dicha iniciativa, el diputado priísta Juan Manuel Diez Francos refirió que los recursos captados por este gravamen, serviría para costo que genera retirar los chicles de los árboles, calles y mobiliario urbano, con lo cual dejarían de ser un foco de infección.
Reconoció que este costo irá directamente a los consumidores y esto es porque son quienes mastican gpma de mascar quienes contaminan y sólo pagarán impuestos equivalentes al valor del daño social que ocasionan al ambiente y a la salud por ser considerados un foco de infección.
Explicó que tan sólo en el Centro Histórico la inversión para eliminar los chicles pegados en las calles, aceras, plazas, esculturas, árboles y otros lugares es de 50 mil dólares, pues es necesario invertir en 10 máquinas especializadas.
Consideró que el impuesto propuesto no es alto, si se considera que el costo por despegar un chicle en la Ciudad de México es de dos pesos 50 centavos, mientras que el precio más bajo de esta golosina es de 50 centavos.
Por ello, puntualizó, se propone que la enajenación o importación del chicle sea del 50 por ciento, y adicionalmente a la tasa establecida se pagará una cuota de 15 centavos por goma de mascar enajenada o importada.
Apuntó que los fabricantes, productores o importadores para calcular el impuesto por la enajenación de esos bienes en territorio nacional, considerarán como valor de los mismos el precio de venta al detallista, y en los casos de no existir venta al detallista, será la contraprestación pactada.
La iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, fue turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público, para su análisis y dictamen.
Chicles pueden ocasionar tuberculosis y salmonela
En el estudio del Cinvestav, el científico Víctor Calderón Salinas, explicó que los chicles pegados en las calles, mobiliario urbano, cortezas de árboles, e incluso en muebles como escritorios y sillas, pueden propagarse enfermedades como tuberculosis y salmonela, entre otras.
Esos microorganismos provienen de la propia persona que lo masticó, por ejemplo, si ésta padece tuberculosis, salmonelosis o un estafilococo, al desecharlo en el piso esas bacterias se esparcirán en el aire, y también será un acumulador del polvo, la tierra y la inmundicia de la ciudad.
La contaminación de ese tipo entra directamente en el organismo a través de las vías respiratorias, incluso por el aire que entra en la boca al hablar, también es un riesgo de infecciones en los ojos y la piel, que se encuentran expuestos al medio ambiente.
Los chicles también simbolizan un hábito de consumo y desecho; son objetos que modifican visual y estéticamente la ciudad, expuso el investigador, quien invitó a la ciudadanía a desechar sus chicles envueltos en un papel, dentro de los botes de basura.
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