Libros de ayer y hoy
Y cuando andábanos cortando rábanos unos llevábanos otros dejábanos…
El estribillo de esta vieja canción viene a cuento porque escenifica a un grupo de campiranos haciendo su trabajo pero desorganizados, desmembrados. Jalando cada quien por su lado, pues.
Esa es al menos la impresión que dan en el nuevo equipo presidencial al salir todos el mismo día, igual que su jefe, a dar a conocer su situación patrimonial que resultó toda una pifia en datos, montos y veracidad de contenidos.
Lo que se dijo después sale sobrando, el daño está hecho. Otra mancha más al tigre.
Este lunes comienza el combate contra el hambre en el país. Ojalá esta escenografía les salga bien. A los pobres ya los tienen. Son reales. Los usan para lucimiento. Esta vez le tocó ponerlos a los chiapanecos.
Pero los hay igual de jodidos en Veracruz, Guerrero, Oaxaca, por ejemplo, porque pobres y hambrientos hay en todo el país.
La clave, como lo señalamos en la entrega anterior, es la comunicación, la forma de informarle a la gente lo que se quiere decir. La forma y fondo del mensaje.
¿Es necesaria tanta escenografía?
Buscan efectos impactantes y todo les sale al revés.
El tiro por la culata.
Una frase muy socorrida entre los grupos de autoayuda dice:
Cómo quieres que cambien las cosas si sigues haciendo lo mismo.
A ver. Repondan ese acertijo.
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Ahora, parquímetros
Ya se está agotando el tema del Cártel de los Perros, sin que hayan resuelto el enigma y sin que hayan podido fincarle responsabilidades a los canes sicarios arraigados.
Lo peor, ni siquiera han podio darlos en adopción.
Pero los muchachos del JeJefe de GeDeFe salen de una y se meten a otra.
Ahora son los dichosos parquímetros, una cuestionada medida de tránsito que, afirman unos, es lo adecuado. Hay quien dice que es la forma más abominable de beneficiar a unos cuantos a cambio de vender el espacio público.
Por que eso es, espacio público, y que sepamos las calles nos son propiedad de nadie. Pero fueron los gobiernos dizque de izquierda, los dizque defensores de las propiedades colectivas y la manga del muerto quienes han concesionado ese espacio público para beneficio de unos cuantos.
Alejandro Fernández, que no es el famoso potrillo sino un homónimo que trabaja de delegado en Cuauhtémoc , lo han bautizado como el señor de los parquímetros, ya que es el más entusiasta promotor de estas maquinitas tragamonedas en su demarcación y en otras que no le competen.
Este domingo hizo que dizque una encuesta. Las urnas y toda la parafernalia fue otorgada por el IEDF, con mandan los cánones, faltaba más.
Pero resulta que al menos en las casillas de La Condesa he del Mercado de Medellín, hubo conatos de bronca al son de La Negra Tomasa.
Los vecinos amenazan con boicotear la instalación de los aparatos de marras. Ya se dio una vez el caso de que con bates de beis, por las noches, destrozaban las maquinitas, a ver si no se repite la historia.
Oye Bartola, ahi te dejo esos dos pesos, pagas la renta, el telefano y la luz…
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Cassez a la calle
Y en breve nos desayunaremos con la desagradable sorpresa de que la famosa francesita que se ha robado el cariño de propios y extraños ya estará libre.
Su caso ha atraído la atención mundial.
Lo cabrón del caso es que no está a discusión si Florence Cassez es culpable o no.
Lo que está sobre la mesa es la forma en que fue detenida y procesada,
Que pulcros salieron los ministros de la Suprema. Sobre todo Olga Sánchez Cordero, quien se inclina por concederle Amparo a la francesita.
Ojalá así fueran del cuidadosos con los miles de casos de mexicanos que se encuentran en las mismas circunstancias.
En su conciencia quedará.
Como una maldición.
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Mejor ahí le paramos, apenas es lunes…
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