Abanico
La Asamblea Legislativa del DF, lo mismo que las cámaras de senadores y diputados, no está exenta de escándalos y de personajes de dudosa reputabilidad. Mercachifles que sólo están ahí para servir a sus amos.
El pasado 25 de julio publicamos en este espacio lo siguiente:
La Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa es un pastelote que todos quieren para su mesa y para degustarlo en su momento.
Ese pastel lo quiere el actual jefe de gobierno, Marcelo Ebrard; lo desea René Bejarano, “el señor de las ligas”, y lo apetece también el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, quien lleva mano y perfila a su delfín Manuel Granados Covarrubias.
Este último, diputado electo, comenzará a sentir la presión y lo que es una guerra sucia de verdad entre tribus.
En la sala de prensa de la Asamblea Legislativa, con la complacencia de algunos mandos, han comenzado a circular un documento anónimo en donde detallan las supuestas andanzas en materia de acoso y de faldas de Granados Covarrubias.
Esto le complicará las cosas a Miguel Ángel Mancera, pues se asegura en ese documento que el diputado tiene mucha cola que le pisen por sus supuestos devaneos desde sus tiempos como catedrático de la Universidad, en la Reforma Agraria y en la Procu capitalina, y existen muchas denuncias de mujeres que habrían sido vejadas por el hombre de confianza del próximo gobernante capitalino.
Peña Nieto se libró a tiempo de los lastres.
¿Deberá hacer lo mismo Miguel Ángel Mancera?
Hasta aquí lo publicado el 25 de julio pasado. Fue necesario retomarlo a la luz de los acontecimientos de este lunes 17 de septiembre.
Dada su investidura, correspondería al tal Granados ese, responder al último informe de gobierno de Marcelo Ebrard, pero no, el todavía jefe de gobierno dijo que no, y que le pinta un violín al alfil de Miguel Ángel Mancera.
El tal Granados fue hecho a un lado y tal honor corresponderá a Michel Espino, quien fue oficial mayor del carnal Marcelo.
Primer revés para el tal Granados. Lo que mal comienza, mal termina.
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Asesinatos sospechosos
El que hayan asesinado a dos diputados priistas, uno en el Estado de México y otro en Sonora, llama a sospecha.
Las notas de Quadratín México indican que el diputado local del PRI por el distrito 25 del municipio de Nezahualcóyotl, Jaime Serrano Cedillo, salía esta tarde de su casa cuando un sujeto se le acercó y le clavó un puñal en el pecho, causándole la muerte, informaron las autoridades. El diputado mexiquense fue trasladado de emergencia a la “Clínica Diagnóstico” donde falleció.
Y la otra, fechada el 15 de septiembre, consigna que el diputado electo por el Distrito local XVII del municipio de Cajeme, Eduardo Enrique Castro Luque, murió la noche de este viernes luego de recibir cuatro impactos de arma de fuego afuera de su domicilio.
Ambos crímenes han sido condenados por sus correligionarios y por el presidente electo, Enrique Peña Nieto.
Pero aquí lo más importante es que las autoridades investiguen y deslinden responsabilidades pues la sospecha genera inquietud en las filas del tricolor.
No vaya siendo que éstos atentados se multipliquen a otras latitudes.
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De fracaso en fracaso
Afirma el senador por Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, que la política social “Para vivir mejor”, operada durante la administración del presidente Felipe Calderón, arroja como resultado 52 millones de pobres.
En el contexto de la glosa del último informe de la administración de Felipe Calderón, Robles Montoya consideró que el mandatario presentó un sexto informe divorciado y ajeno a los compromisos plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007 – 2012.
De un total de 19 grandes objetivos en materia de Desarrollo Social planteados en el PND, “podemos señalar rotundamente y con gran pesar que no se cumplió ninguno de ellos; con gran pesar porque la falta de cumplimiento representa una muy cruda realidad en materia de pobreza, hambre y deterioro generalizado del nivel de vida de los mexicanos”.
Robles Montoya, de extracción perredista, sabe de lo que habla. Su estado, Oaxaca, es uno de los más pobre del país.
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Nos leemos el miércoles
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