Teléfono Rojo
El hasta esta semana senador perredista Carlos Navarrete parece sensato, de esos hombres de palabra, que la dan en prenda y la sostienen.
Por eso resulta extraño lo que dicen en radio pasillo del Senado, de que en el contexto de los acomodos de las bancadas en la LXII Legislatura federal hay mano negra de quienes no acaban de irse, buscan meter ruido y asumir liderazgos que sólo complicarían el trabajo de diputados y senadores entrantes.
Eso dicen del todavía senador Carlos Navarrete quien pretende dislocar un acuerdo tomado al interior de la entrante bancada perredista en el Senado de la República.
Dicen sus “amigos” que incluso en el Palacio Legislativo de San Lázaro donde los diputados federales del PRD han cerrado filas para evitar malas influencias.
Explican que el acuerdo tomado por los senadores perredistas fue impulsar a la vicepresidencia camaral a Benjamín Robles Montoya, senador electo por el estado de Oaxaca, donde obtuvo la votación más abundante para la izquierda.
Sin embargo, Carlos Navarrete metió la mano y desde el interior de la dirigencia nacional del PRD opera acuerdos en lo oscurito para romper el acuerdo y así impedir que Robles Montoya asuma la vicepresidencia senatorial.
Eso implicaría un profundo divisionismo en la bancada perredista en la Cámara alta, cuando lo que se busca es lo contrario, es decir, integrar un frente sólido y con un espacio relevante en la directiva, como es la vicepresidencia.
No se debe olvidar, además, que Benjamín Robles Montoya es la persona políticamente más cercana a Gabino Cué, gobernador de Oaxaca. Y cuando se trata de contar con respaldos, los de esta naturaleza cuentan mucho.
Por eso, de acuerdo con legisladores perredistas que van de salida, lo mejor es que Carlos Navarrete saque las manos de los acuerdos y se dedique a trabajar por el futuro del PRD.
O, ¿será que le beneficiaría dividir al partido?
O como va de salida, ha de decir: de lo perdido, ¡lo que aparezca!
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No cortaron cabelleras
Contra todo lo que se esperaba, en el reparto de los órganos de gobierno del Senado y la Cámara de Diputados, en el aquelarre o la noche de los cuchillos largos, no llegó la sangre al río.
En ambas cámaras, los priistas muy bien portaditos, lo mismo que panistas y perredistas. Hasta sumisos. Bueno, así han sido siempre. Representan todo, menos a los ciudadanos que votaron por ellos.
No por algo representan al sector más repudiado y peor calificado por los ciudadanos, junto con las policías.
Pero en fin, ya llegaron, y ahí estarán, defendiendo antes que nada su bolsillo y cuidando los interese de sus jefes. Los ciudadanos, quien sabe.
Nada más por poner un ejemplo: Nadie votó por Ernesto Cordero, del PAN; nadie votó por Emilio Gamboa, del PRI; nadie votó por Manlio Fabio Beltrones; del PRI, y serán quienes dirijan los destinos de las dos cámaras. Llegaron a esos puestos por obra y gracia de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. ¡Viva la democracia!
Pero no sólo ellos, en las disque izquierdas también hace aire. Ahí tenemos a Manuel Bartlett, Ana Gabriela Guevara, Manuel Camacho Solís, Dolores Padierna. Nadie votó por ellos, pero ahí están.
Son como un dolor de muela, te duele hasta el… pero no quieres que te la saquen…
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Desde aquí expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia del empresario Rafael González Barrera, un hombre ejemplar.
Un mexicano como muchos que forjaron su destino con hombría.
De bolero en la infancia pasó a ser uno de los mexicanos más exitosos. Maseca fue su principal bastión. Pero también fue fundador del único banco mexicano que existe, Banorte.
En nuestros espacios informativos damos cuenta de la vida de este mexicano de excepción.
Descanse en paz.
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Nos leemos el miércoles
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QUADRATINAZOS…¡De lo perdido, lo que aparezca! – Al Momento Noticias.