Acusa Sebastián Ramírez hackeo de la oposición al equipo de Morena
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio de 2018.- El candidato de la coalición Todos por México a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, sostuvo esta tarde en Los Cabos, Baja California Sur, que el 1 de julio obtendrá la victoria en las urnas y a nadie debe sorprenderle.
De acuerdo con un comunicado, ante miles de simpatizantes de su proyecto de gobierno, Meade aseguró que los votos son de quien los trabaja, de quien hace campaña y de quien ha trabajado a lo largo de su trayectoria para apoyar a la población.
El candidato de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza expresó que el electorado lo favorecerá con su sufragio porque ha dedicado su vida a servir a los mexicanos y “porque hemos sudado la camiseta, porque hemos hecho las propuestas y porque tenemos al mejor ejército para ganar”.
Mencionó que “los votos no son de los que no hacen campaña, los votos no son de los que se cuelgan de una sombra, los votos no son de los que predican, pero que no han ayudado a nadie en los últimos 20 años. Ustedes me han visto caminar, no para predicar, sino para ayudar”, recalcó el aspirante presidencial en Los Cabos.
José Antonio Meade afirmó que los últimos días de campaña son cuando los mensajes de los candidatos tienen mayor potencia, porque el electorado está más atento para comparar propuestas y perfiles.
En este sentido, Meade aseveró que su campaña presidencial va para arriba, mientras que la de sus adversarios va para abajo. “Que no les quepa ninguna duda, esta campaña prendió, está caminando bien y la vamos a ganar”, subrayó el candidato.
El abanderado de la coalición Todos por México ofreció a integrantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, cuyos afiliados trabajan en la industria turística de Baja California, recuperar la seguridad en la entidad, impulsar un turismo sustentable y mejorar la conectividad.
López Obrador promueve educación patito por temor a ciudadanos críticos
El modelo educativo vigente se construyó con la participación y las aportaciones de maestros, especialistas, funcionarios, empresarios, padres de familia y organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de promover una educación de excelencia para las niñas, niños y jóvenes de México.
Echar para abajo dicho modelo, como pretende Andrés Manuel López Obrador, implicaría echar por la borda años de trabajo colectivo y pasar por alto la opinión mayoritaria de la sociedad, que aprueba la implementación de la Reforma (63 por ciento) y de sus principales componentes, como la evaluación docente (76 por ciento).
Los nuevos planes y programas de estudio, que fueron desarrollados por los principales especialistas de México, -que entrarán en vigor en el ciclo escolar 2018-2019 para prescolar, primero y segundo de primaria y primero de secundaria– contemplan una mayor profundidad en los aprendizajes, la introducción de inglés y habilidades socio-emocionales y espacios de autonomía curricular para que cada comunidad escolar defina una parte de su plan de estudios en función de su propio contexto.
Se trata de innovaciones curriculares que cuentan con amplia aprobación de la opinión pública (más de 90 por ciento) y que permitirán construir una ciudadanía libre, autónoma, crítica y capaz de defender sus derechos.
La insistencia de López Obrador por cancelar la Reforma Educativa sólo puede entenderse a partir de su obsesión por alcanzar y ejercer el poder de forma autoritaria, sin contrapesos ni opiniones críticas. López Obrador busca que los ciudadanos se sometan a un control corporativo, sacrificando su libertad y su creatividad.