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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de diciembre (Quadratín México).- El sacerdote Alejandro Solalinde recibió de manos del presidente Enrique Peña el Premio Nacional de Derechos Humanos, en reconocimiento a su trabajo en favor de los migrantes.
Al recibir el premio, el sacerdote dijo que “debemos escuchar los gritos de las personas que están sufriendo, mirar de otra manera, dejar las parcialidades”.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos añadió: “todo necesita restructurarse a través de los derechos humanos. No tengamos miedo, la disidencia es normal”.
Expresó también que el país está hundido en la corrupción y por ello propuso que se escuche de verdad a la gente, que se creen mecanismos, herramientas y estructuras de participación. Hizo referencia a los jóvenes diciendo que debemos escucharlos “están revelándose en todo el mundo porque demandan un futuro aunque por naturaleza son rebeldes”.
Llamó al presidente a que escuche a la gente y agradeció a todas las personas a quienes dijo “merecen el premio tanto como yo”.
A su vez, Peña Nieto le felicitó y dijo “lo he escuchado, y sé que hoy tenemos que construir un mejor porvenir, para cada joven”.
Aseguró además que “trabajaremos por eliminar la exclusión, apoyando a las organizaciones civiles que trabajan para crear una sociedad incluyente. El galardonado de este año es un hombre que se ha comprometido particularmente con los inmigrantes centroamericanos, su albergue es un ejemplo claro de solidaridad. Le expreso mi más sincero reconocimiento por la gran labor humanitaria”.
Felicitó nuevamente al padre Solalinde y dijo que cada vez que se tiende la mano a un inmigrante se transforma la cara de nuestro país a un México más humano. Por lo que dijo que “es obligación del Estado garantizar un trato igualitario, un México donde mujeres, indígenas, adultos, inmigrantes sean beneficiados por las políticas públicas”.
En su oportunidad, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, resaltó que ante abusos a migrantes, Alejandro Solalinde es un ejemplo.
Previo a la presentación de un video con la semblanza de Solalinde, el ombudsman nacional agregó que los “migrantes padecen abusos de delincuencia y servidores públicos: secuestros, trabajos forzados y explotación sexual. Muchos se conforman o tratan de mantener como invisible, cuando lo mejor es atenderlo”.
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