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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de abril de 2025.- Un público pleno encontró en el Auditorio Nacional su momento Pacífico, cuando Reyno brincó al escenario para interpretar la canción de su álbum debut, hace 10 años.
Así comenzaba la noche para cientos de seguidores de la banda de indie rock liderada por Christian Jean.
Una década del primer disco Viaje por lo eterno, como expresó el músico, convocó la noche de este jueves al cierre de gira por los 10 años de Reyno.
Diez minutos antes de las 21 horas, y después de Pacífico, siguió la magia con Fluye, para no olvidar decir adiós o No puedo más, la tercera melodía de la noche.
Que fluya mucho amor”, fueron las primeras palabras que lanzó Jean ante su público, para cantar y reventar a los presentes con Parte del sol, una de las más nostálgicas de la banda capitalina.
La música convirtió en sinergia el recinto con Amarrado, la pieza que emergió al inicio de su carrera, en 2014.
Acompañado por cinco músicos y solo él como el único integrante del trío original, Jean cantó Repetición, para enseguida compartir Calma, una canción de su proyecto en solitario que compuso durante la pandemia.
Cerca de las 21:30, Christian Jean agradeció el cariño en este lustro y noche, en la que sonaron No necesito más y Remi.
Nunca te amé, cantó Christian, antes de presentar a Dorian, su primer invitado de la noche, a las 21:33 y elevar Levedad.
La euforia sacudió al recinto cuando presentó a su baterista, un Rodrigo Guardiola que evocó aquel marzo de 2014 cuando Reyno fue telonero de Zoé en León, Guanajuato.
Continuo con Metamorfosis, canción que por primera vez se tocó en vivo, una introspección y reflexión, como en la mayoría de sus letras.
El viaje melódico continuó con su invitado del cono sur, el argentino Fran Frione, voz de Surfistas del Sistema, para enseguida regalar Volcán, la última canción de la banda.
Revivir dio paso al momento melancólico, cuando se escuchó Hasta el último día, una canción que logró un tenue eco en el público.
Ahí surgieron las lágrimas y el emotivo agradecimiento de Jean, quien abrió su voz para interpretar Inseguro, un espacio personal que unió al coloso de Paseo de la Reforma.
Los acordes suaves siguieron con Me desprendo, justo después de presentar a sus acompañantes, entre ellos su esposa Florence.
Ay de ti sembró energía al Auditorio Nacional repleto, para también cantar con la misma euforia Solución.
Y el cierre llegó con el último invitado, Camilo Séptimo, para interpretar una canción nueva y las mágicas Fórmula y Química.
Sobrevino la icónica Nunca me dejes y con ella la vibra inundó la recta final del concierto, con Ahrimán y Dos mundos, tras el grito subliminal y esencial de Christian: «hay Reyno para rato».