Genio y figura
Jorge Herrera Valenzuela
Mañana será otro momento de expectación nacional.
Los mexicanos por naturaleza somos curiosos, por eso las abuelitas nos decían que, “la curiosidad mató al gato”.
Este jueves 26, estaremos atentos a oír los nombres de mujeres y hombres, invitados a ser parte del primer equipo, de lujo, en el sexenio que se avecina.
Por supuesto, no se paralizarán las actividades. Habrá unos minutos dedicados a escuchar a la virtual Presidenta Electa, cuya aparición la semana pasada si causó resultados positivos.
Dejo preciso y definitivo, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo no la conozco personalmente. Mi voto no fue por ella. Sin embargo, reconozco que ha comenzado triunfalmente e inclusive no dio margen a comentarios adversos.
Tal vez por la mesura con que actuó al decirnos los nombres de seis personajes designados por ella, previa invitación, para su gabinete, midió la reacción de la gente de todos los sectores y ambientes.
Desconozco lo que se piensa y se comenta en las filas militares, navales y aéreas, nuestras gloriosas y respetables instituciones, las encargadas de mantener el cuidado de la soberanía, de las instituciones que incluyen, en primer término, la integridad de la que será la Primera Presidenta de México y la Primera Comandanta de las Fuerzas Armadas.
Al respecto trascendió que el jueves, al estar en gira por Oaxaca, el secretario de Marina ya le dio el trato de Presidenta Electa y le llamó “futura” Comandanta.
FORTALEZA Y CONCILIACIÓN
En tres meses y días, habremos de sentir cambios trascendentales. No serán de inmediato. No hay prisa.
Las prioridades no son desconocidas y deben estar debidamente catalogadas. Las soluciones deben tender a la inmediatez, la mediatez y a largo plazo. No hay varita mágica.
Si en verdad habemos mexicanos que anhelamos se ataque a la violencia, disminuya la acción de la delincuencia organizada y volvamos a tener seguridad dentro y fuera de los hogares, demos la opción de la duda a quien tomará el timón del barco, el martes 1 de octubre, aportando el apoyo sin colores, sin siglas y sin rencor.
Seguimos oyendo de la continuidad de la llamada cuarta transformación. Viene a mi mente uno de los pasajes del libro “La Sucesión Presidencial de 1910”, escrito por Francisco I. Madero, quien sin alusión a una nueva transformación plantea las tres anteriores.
El discurso de Primo de Verdad da origen al Movimiento de Independencia, el Plan de Ayutla y las Leyes Juaristas, son fundamento para la Reforma y la Restauración de la República, las ideas antireeleccionistas y el libro de Madero, la terminación de una dictadura presidencial.
Nadie puede estar en contra de la transformación, de la modernización, de la actualización, del cambio de sistemas, siempre que cualquiera de esos capítulos tenga una fundamentación, sea proyecto de superación, de avance jurídico, social, económico y cultural. Todo por la vía pacífica. Nada con violencia.
Quiero suponer que la doctora Sheinbaum Pardo habrá de lograr no solo el segundo piso de su transformación, porque llegará con gran fortaleza para despachar en Palacio Nacional. Tiene abierto el camino como una poderosa Presienta de México, poder que en este siglo no tuvo ninguno de sus cuatro antecesores.
Claudia Sheinbaum va con viento en popa.
La experiencia política administrativa que adquirió a la mitad de su sexenio, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, es una lección de la importancia que tiene la facultad conciliatoria. Perdió más de la mitad de las Alcaldías, recuperándose en las pasadas elecciones del domingo 2 de junio.
REACCIONES ENCONTRADAS
A mi correo electrónico llegaron opiniones sobre el comentario finsemanero, de 22 y 23 de junio. Diversos y respetables criterios. Cada quien da su punto de vista y es de agradecerlo.
Entre los comentarios recibidos, está el del abogado y catedrático Elías Leaños Mares, para quien “el gabinete de la Sheinbaum no es nuevo ni despierta optimismo”.
El profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, “todos, excepto una, son del gobierno de López Obrador”. Seguramente a la inclusión de la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, quien encabezará una nueva secretaría.
“Seamos serios. Seamos realistas, licenciado Herrera!, asentó el distinguido profesionista originario de Colotlán, Jalisco.
Por su parte la licenciada en Periodismo Patricia Solís, egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, afirmó en su mensaje que “estoy de acuerdo contigo en que se avizoran nuevos vientos”.
La conductora del programa “Con la Mejor Intención”, que se transmite los martes a las 14 horas, en la plataforma de la Asociación Nacional de Locutores, considera que se espera un gobierno de reconciliación y reconstrucción.
Para Sergio Hernández Gil, también egresado de la Septién García, mi comentario le induce a creer que ando “un poco obsesionado con la idea de que una mujer no puede ser libre e independiente y tomar sus propias decisiones”.
A veces la vista engaña a la mente. No leemos con detenimiento. Si destacar que la virtual Presidenta Electa se ganó el aplauso, obtuvo el beneplácito popular, por su determinación de invitar a profesionistas especializados y reconocidos, no demuestra que sabe “tomar sus propias decisiones”, allá Sergio.
Respecto al presidente saliente “si se va a Macuspana o se queda en la CDMEX (sic), es lo mismo”.
En primer lugar, Hernández Gil, el tabasqueño ha dicho que vivirá en Palenque, CHIAPAS, y que como no viajará en avión a la Capital, “verá cómo le hace para venir a ver a su compañera Beatriz”.
También escribió Sergio: “Eso de que no quiere soltar el poder, es sólo imaginación tuya”. Sin ánimo de contradicción, analistas, comentaristas y columnistas, lo han plasmado en sus espacios. Todo derivado de sus declaraciones, anuncios o afirmaciones en el programa televisivo titulado “La Mañanera”.
“Dejará de ser presidente y se convertirá en un ciudadano más, como tú y yo. No hay que aferrarse al poder”, son las últimas palabras del mensaje.
Correcto. Pasará a la fila de los expresidentes salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña.
Los cinco son “comunes y corrientes” en el padrón electoral, en las estadísticas, pero siguen “aferrados al poder” y lo demuestran, porque hablan, hablan y hablan…considerando tener vigente su poder político.
Agradezco el mensaje de don Gustavo Pineda, desde Torreón, Coahuila. Del licenciado Francisco Labastida Ochoa. A la abogada veracruzana Iris Arellanes, quien escribió que “se esperan cosas muy buenas para México”, al conocer los nombres de los primeros integrantes del gabinete de la doctora Sheinbaum Pardo.
Gracias a la doctora Olga Uribe por compartir mis comentarios. Igual a mi amigo Enrique Vázquez Selem (hijo de mi primer jefe en el diario Zócalo, Enrique Vázquez Herrera) que conoció en la Escuela de Agricultura de Chapingo al estudiante Julio Berdegué Sacristán, futuro secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
ALGO SOBRE LOS DICHOS
Mi querido y añorado amigo, colega y maestro don Fernando Marcos, acostumbró ser original en los finales de sus comentarios radiofónicos y televisivos al terminar una crónica, lo mismo con otro estilo al redactar en cuatro palabras su despedida-editorial.
Le aprendí a usar los dichos populares. Los decimos, los repetimos, los oímos, pero no conocemos el origen de los mismos o la interpretación que se les da.
“La curiosidad mató al gato”.
Ese es de origen inglés y data del Siglo XVI. Uno de los primeros en incluir la frase “Care killed the cat” en el texto de la obra teatral, “Ever y Man in His Humor”, fue el escritor inglés Ben Jonson, en 1598.
La traducción original, “La preocupación mató al gato”, cambió en el curso de los años a “curiosidad” y se ligó con el gato, porque este es un animal sigiloso y cauteloso.
El gato es “atrevido, aventurero, expuesto al peligro, maromero, sube a lo más alto y gusta saciar su curiosidad”. Hasta aquí la versión.
“Va viento en popa”.
Hay dos explicaciones, no definiciones, sobre este dicho.
Data de muchos siglos al referirlo los católicos, cuando vieron a Jesucristo descansando, recostado, en la popa de una embarcación que se desplazaba lentamente al recibir el viento.
El sacerdote José de Jesús Aguilar, de la parroquia de San Cosme y San Damián, en la Col. San Rafael, Ciudad de México, comentó que Jesús no estaba cansado, simplemente recostado. “Él, no se cansaba”.
Para los navegantes de la época de los galeones españoles, en el Siglo XIV, el viento “que viene desde atrás” y “pega en las velas” sirve para una mayor velocidad. “Atrás” es la popa, por si queda alguna duda.
Decía en la navegación oceánica antigua, al soplar el viento en las velas cuadradas del galeón, “algo va muy bien”.
En México decimos “voy en popa” o “todo en popa”, “vamos viento en popa”, al ir avantes, triunfando, con ganancias, en los negocios, en la buena vida familiar, en los estudios, en los deportes.