Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Murió una gran mexicana izquierdista
Jorge Herrera Valenzuela
Por lo que Ocurre en Sinaloa y en Guerrero, el gobernador y la gobernadora, Deberían estar Destituidos. La Delincuencia Organizada sigue Imponiéndose y Mantiene el Control Territorial.
Ha muerto una de las grandes mujeres, intachable trayectoria académica, escritora de temas económicos, democráticos y políticos, recién la vimos como presidenta del Congreso de la Unión: la economista Ifigenia Martha Martínez y Hernández.
Considero que la personalidad de la defeña, que el pasado sábado 5 dejó este mundo, a los 94 años de edad, reúne los requisitos para ocupar una tumba en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, de la Capital Mexicana.
Catedrática universitaria, primera mexicana en doctorarse en Economía, en la Universidad Harvard. Pionera de la política izquierdista. Defensora de la autonomía universitaria durante el Movimiento de 1968, la licenciada, maestra y doctora Martínez y Hernández.
Doña Ifigenia, desde estudiante en la Escuela Nacional de Economía, UNAM, destacó internacionalmente. En 1947 inició el camino hacia la licenciatura y para 1950 figuró como cofundadora de la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe, CEPAL. Muchos años después, el gobierno la designó embajadora ante la Organizaciones de Naciones Unidas.
En el paso de los años y siendo una activista, una luchadora social, la joven y guapa economista conoció a quien sería su esposo, Alfredo Navarrete Romero. Ambos eran alumnos en la Nacional de Economía. Al terminar sus estudios y titularse, ambos decidieron ir a Boston y doctorarse en la Universidad de Harvard.
Retornaron a la Ciudad de México. Emprendieron sus tareas en el sector público. Él fue, entre otros cargos, director general de la Nacional Financiera.
Ella estuvo como asesora de don Jaime Torres Bodet, en la SEP, y coordinadora de asesores del titular de Hacienda, licenciado Antonio Ortiz Mena. En Relaciones Exteriores la nombraron Consultora de Política Exterior.
Su actuación en la política la llevó, en 1988, a ser la primera senadora electa en el Distrito Federal; hubo una segunda vez, en el mismo cargo. En la Cámara de Diputados, cuatro veces, y en 2016 estuvo en el grupo de los 100 Diputados de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
Militante durante 22 años en el PRI. Después integrada a la Corriente Democrática del tricolor, con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Cofundadora del PRD y terminó en las filas del Movimiento de Regeneración Nacional.
TRES MEDALLAS Y RECONOCIMIENTOS
Al proponer ser llevada a la Rotonda, en las primeras líneas de este comentario periodístico, lo fundamenté en los méritos que doña Ifigenia Martínez ganó por toda su labor en los diferentes campos.
En 1960 se le otorgó el Premio Nacional de Economía.
La Mujer del Año, la nombraron por unanimidad, en 1966.
En la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, le impusieron la Medalla Benito Juárez, en 2009.
Diez años más tarde, 2019, la Cámara de Diputados entregó, por primera vez, la Medalla Sor Juana Inés de la Cruz y la colocaron en el pecho de nuestra ilustre universitaria.
La más alta presea que concede el Senado de la República, la Medalla Belisario Domínguez, quedó en manos de doña Ifigenia, en 2021.
Recibió un homenaje póstumo en la Cámara de Diputados. Por la tribuna desfilaron diez oradores, reconociendo la trayectoria democrática, patriótica y nacionalista de quien en 1968 fue directora de la Facultad de Economía y se unió a la manifestación que presidió el rector Javier Barros Sierra.
La presidenta Claudia Sheinbaum acudió a la capilla fúnebre y tuvo frases de mucho cariño para quien admiró.
CLAUDIA VOTÓ POR IFIGENIA
El dos de junio pasado, la candidata Claudia Sheinbaum Pardo depositó su voto a favor dela maestra Ifigenia y la economista declaró “yo, voté por Claudia”.
En la Cámara de Diputados le reconocieron ser la Decana de los Legisladores y fue electa como presidenta para el primer año de sesiones. Al mismo tiempo le correspondió ser presidenta del Congreso de la Unión, en la sesión solemne que entregó la Banda Presidencial a la científica Claudia Sheinbaum Pardo.
La maestra acudió con oxígeno, dado su estado de salud. Abrió la sesión, pronunció breves palabras. Auxiliada por dos mujeres cadetes del H. Colegio Militar, pudo mantenerse pie cuando fue entonado el Himno Nacional.
Desde días antes se sabía, a petición de ella, que no permanecería en la presidencia de la Cámara. Lamentablemente cuatro días después, falleció esta gran mexicana.
MENSAJE NO LEÍDO
Antes de poner la Banda Presidencial en manos de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y tomarte la protesta constitucional, la maestra Ifigenia Martínez no pudo dar lectura a un discurso que tenía redactado. Su enfermedad lo impidió.
El mensaje de quien presidió la solemne sesión en que tomó posesión la Primera Presidenta de México, queda como un documento histórico, en cuyas líneas finales leímos:
“Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean la fuente de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que enfrentamos”.
En el mismo texto, doña Ifigenia asentó: “Hoy más que nunca, necesitamos tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre nuestras divergencias y construir juntas y juntos, un País más justo y solidario”.
Diría el respetable abogado Jesús González Schmal que el mensaje de la ahora finada izquierdista, “más claro, ¡imposible!”. Ojalá que la presidenta tenga tiempo parta leerlo y meditarlo.
En otros renglones del discurso no leído, se afirmó: “somos testigos de un momento que marca un antes y un después de nuestra historia…es la culminación de una lucha que hemos atravesado generaciones enteras de mujeres…hoy junto con ella (la presidenta) llegamos todas y abrimos paso a una nueva era”.
También leí: “Las mujeres participamos en condiciones de igualdad en la construcción de futuros posibles y deseables para nuestra Patria…no descansaremos hasta lograr una democracia plena”.
MERECE DESCANSAR EN LA ROTONDA
Es probable que la Primera Presidenta de México, la que recibió la simbólica Banda Presidencial, de manos de la maestra Martínez Hernández, ponderará el caso y firmará el decreto correspondiente para que Ifigenia Martha Martínez y Hernández repose en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Comento que la primera mujer que fue inhumada en ese sitio, fundado por el presidente Sebastián Lerdo de Tejada, se llamó artísticamente Ángela Peralta, conocida como El Ruiseñor Mexicano.
La extraodinaria cantante de ópera murió en el Hotel Iturbide, en el Puerto de Mazatlán, Sinaloa, a la edad de 35 años. Retornaba de dar conciertos en Europa y una afección pulmonar cortó su vida. Tuvo un largo nombre, en acta de bautizo: María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera.
Presento la lista otros siete nombres de mujeres que destacaron como actrices de cine y teatro, una pintora, otra literata, una más diplomática, una de las dos primeras senadoras y la promotora del Instituto Nacional de la Senectud.
La reconocida actriz teatral Virginia Fábregas García. El apellido sigue apareciendo en la farándula. Madre de Fanny Schiller, abuela de Manolo Fábregas y bisabuela de Rafael Sánchez Navarro.
Anoto a la escritora, poeta y diplomática Rosario Alicia Castellanos Figueroa. Murió siendo embajadora en Israel, al accidentalmente electrocutarse.
Amalia González Caballero de Castillo Ledón. Primera embajadora, nombrada por el presidente Adolfo Ruiz Cortines. Nos representó en Suecia.
En el medio cinematográfico de Hollywood fue reconocida y galardona Dolores del Río, duranguense que fue bautizada como María de los Dolores Asúnsolo y López Negrete. Triunfó allá en la década de 1920 a 1930.
Una de las dos primeras senadoras, la abogada y maestra campechana María Lavalle Urbina; primera presidenta del Senado. La otra senadora fue la sonorense Alicia Arellano Tapia.
La pintora jalisciense María Izquierdo mereció los honores póstumos, por su obra y ser la primera mujer que exhibió en el extranjero, en países europeos.
Fue una mujer multifacética e impulsora del Instituto Nacional de la Senectud (hoy INAPAM), Emma Godoy Lobato, completa la lista de mujeres en la Rotonda. Fue una brillante escritora, filosofa, psicóloga, pedagoga y locutora radiofónica.