México se la juega en 2025
Brillante orador, polémico político y diplomático
Jorge Herrera Valenzuela
Felicidades a los Abogados y a las Abogadas, En Este Su Día
El nombre de Porfirio Muñoz Ledo siempre será un referente en nuestra Historia Patria.
Sus aportaciones a la política mexicana y al desempeño diplomático, son enseñanzas.
Porfirio es un digno personaje para reposar en la Rotonda de las Personas Ilustres y receptor póstumo de la Medalla Belisario Domínguez..
Como lo fueron Carlos Castillo Peraza, Heberto Martínez Castillo y Valentín Campa Salazar El PANista no está en la Rotonda.
La medalla póstuma fue otorgada, por el Senado, a los políticos José Ángel Conchello, Luis Héctor Álvarez Álvarez, Manuel Gómez Morín y Arnoldo Martínez Verdugo.
DESDE JOVEN, LÍDER Y ORADOR
En esta ocasión el comentario, es una serie de recuerdos. Terminaba mis estudios en la Prepa 1 y Porfirio era el presidente de la Sociedad de Alumnos en el final de la Escuela Nacional de Jurisprudencia y el inicio de la Facultad de Derecho, ésta aprobada el 29 de marzo de 1955. La Generación 1951 determinó concluir sus estudios en el histórico local de Argentina y San Ildefonso, en el Barrio Universitario. En el exconvento de San Ildefonso.
En el comité estudiantil la planilla encabezada por Muñoz Ledo tuvo como vicepresidentes a Miguel de la Madrid Hurtado y a Amador Toca Cangas. El secretario general, Jorge Rojo Sánchez, un brillante estudiante que falleció en plena juventud.
Para entonces Porfirio ya era campeón internacional de oratoria, muy avanzada su cultura y tenía un grupo de condiscípulos destacados desde entonces. Algunos de ellos: Salvador Bermúdez Castro, Pedro Román Palacios, Arturo González Cosío, Fernando Zertuche Muñoz, Severo López Mestre, Héctor Murillo Cruz y Augusto Gómez Villanueva, quien también era alumno en la Escuela Nacional e Ciencias Políticas y Sociales.
PORFIRIO, EN EL IV CENTENARIO
El domingo 9 de julio de 2023 terminó la existencia de Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega. Estaba a 14 días de festejar 90 años.
Perteneció a la Generación 1951. Estuvo integrado a los directivos de la Revista Medio Siglo, cuyos colaboradores fueron destacados catedráticos, intelectuales y alumnos de primera línea. El impulsor de la publicación, el gran maestro Mario “El Chato” de la Cueva.
Precisamente el doctor De la Cueva era el director cuando se celebrada el IV Centenario del establecimiento de la Escuela de Leyes, la Escuela de Derecho, en los días de la Nueva España.
Subrayé en negritas la cita anterior, porque fue uno de los más importantes eventos que forman parte del libro que contiene La Historia de la Facultad Derecho, cuyo autor fue el doctor Lucio Mendieta y Núñez. De esa obra reproduzco partes de las páginas 348 y 349.
La ceremonia del 5 de junio de 1953, en el patio de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, fue presidida por uno de los grandes rectores, el doctor Nabor Carrillo Flores. Asistió el licenciado José Ángel Ceniceros, secretario de Educación Pública y, en el acto, representante del presidente Adolfo Ruiz Cortines.
Hubo tres oradores, el decano de los profesores, doctor Roberto A. Esteva Ruiz, el queridísimo “Chato” de la Cueva, director del plantel y representando a los alumnos, Porfirio Muñoz Ledo, quien abrió el evento con un discurso que el maestro Mendieta y Núñez calificó de “una emotiva pieza lírica”.
FLORIDO DISCURSO
Muñoz Ledo, de gran y modulada voz, de buena presencia, fue interrumpido varias veces, con aplausos, como los recibió días al triunfar en el concurso internacional.
Estos son párrafos del discurso que escuché aquella noche de junio de 1953. Porfirio estaba por cumplir 20 años.
“La historia no es un panorama invertebrado de sucesos muertos. La obra del pasado no se ha perdido, porque perdura en el hombre actual: es semilla y voz que florece siempre en la tierra y en las aves.
“La cultura, en esta espantosa crisis ¡que lejana está de la vida del hombre, y qué poco dice en el desarrollo de los pueblos! El Derecho también se hizo ajeno a su origen para esconderse en frascos sucios de rótulos eruditos.
“Nuestro pueblo intuye los valores políticos y sociales, y por eso sabe que ha sido engañado…El campesino entregó su más recóndita sangre a la Revolución para hacer más suya la tierra, y ahora por todos los rincones de la Patria, se multiplican los esqueletos vacíos de hogares que fueron abandonados en una desesperada búsqueda por sobrevivir.
Con justeza el maestro Mendieta y Núñez escribió que Muñoz Ledo pronunció una “pieza lírica”. Estas líneas fueron el final:
“Pese a todos los obstáculos, existe ya una nueva fe, una Patria limpia y una humanidad feliz, aunque solo sea en la convicción de nuestra conciencia, en la quimera de nuestro sueño, que corresponde realizar a la juventud”.
SUS ANDANZAS EN LA POLÍTICA
Les comento que mi profesor de Educación Física y guía en excursiones a montes, cerros y campamentos lo fue don Porfirio Muñoz Ledo, padre del diplomático que nos representó en la Unión Europea y en La Organización de Naciones Unidas, la ONU. Progenitor del universitario que se inició en las tareas periodísticas como colaborador de la Revista Ruta Universitaria. Dirigida por Héctor Murillo Cruz.
Muñoz Ledo y Lazo de la Vega al llegar a la madurez era un hombre con amplia cultura. Estudió en la UNAM, pero además en universidades francesas y en Cuba. Estuvo invitado en planteles universitarios de varios países de América del Sur, para impartir clases y conferencias de política, de temas jurídicos y de problemas sociales.
Su carrera política es tan amplia como compleja. Siempre emprendedor y luchador por el imperio de la democracia. Persistente en esas ideas. Un tribuno muy reconocido, destacado en los debates parlamentarios. Combativo y único político, hasta ahora, presidente nacional de dos partidos político. En el PRI militó 33 años y en el PRD, fundador, 11 años. También cofundador dl Movimiento de Regeneración Nacional, donde permaneció hasta su muerte.
Salió de las filas del PRI y después lo expulsaron junto con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Integrante de la Corriente Democratizadora del PRI, después del Frente Democrático Nacional al que representó como senador y en 1988 interrumpió al presidente Miguel de la Madrid, cuando estaba por terminar su sexto y último Informe. El presidente del Congreso pretendió silenciarlo; un PRIista le tiró patadas a Porfirio, mientras otro quería sujetarlo del cuello.
Se ha dicho que Porfirio Muñoz Ledo pudo ser un Presidente de México con mucha proyección para consolidar al país. Dos veces figuró en la lista de precandidatos, en 1975 pero Echeverría señaló hacia su amigo de toda la vida, José López Portillo y éste decidió promover a Miguel de la Madrid. Porfirio fue candidato presidencial en el año 2000, pero declinó a favor de Vicente Fox. En ese entonces lo apoyó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
Secretario del Trabajo y Previsión Social, con LEA. Breve titular de la SEP, en el sexenio de López Portillo. Subdirector del IMSS y también funcionario de la Presidencia de la República. Estuvo en el grupo de los 100 Diputados Constituyentes de la Ciudad de México.
Terminó su carrera como diputado federal y presidente del Congreso, por lo que le correspondió entregarle la banda presidencial al tabasqueño que vive en “un modesto departamento” de Palacio Nacional. Le impidió su examigo ser reelecto en la diputación.
ANÉCDOTA PERSONAL
En cierta ocasión, en los años ochenta, me encontré con Porfirio y surgió éste diálogo después del saludo y el abrazo-
–Te estoy oyendo, me dijo, en tus comentarios de Radio Fórmula. Pegas fuerte.
–Consté: habló de temas variados y de los políticos. Siempre con la verdad y sin meterme en la vida privada de las personas.
–Hazme un favor, háblale de mí a Azcárraga, me gustaría tener un espacio. Quiero hacer comentarios.
Transmití a don Rogerio Azcárraga (qepd) la petición y rápida y concisa su respuesta:
¡No! Lo dejo entrar y hasta la estación me quita. ¡No!
Nos vimos en el Senado de la República. Obvio, preguntó si tenía la respuesta. Le mentí. No le hice más comentarios.
Porfirio Muñoz Ledo era 90 por ciento de capacidad y 10 por ciento de fianza.
Suficiente impedimento y el tabasqueño no admite que le hagan sombra, ni le quiten los reflectores.
La traición volvió a darse. ¡Porfirio, sabía demasiado!