Juego de ojos
Ramírez Cuevas vuelve a confrontar al gobierno con los medios. ¿Qué necesidad?
Desde la tarde del martes la noticia de que el hijo del consejero jurídico de la presidencia, Julio Scherer Ibarra, habría dicho en redes sociales que su padre renunciaba al cargo que detenta muy cerca del presidente López Obrador, la versión compitió en interés con las expectativas generadas por el contenido que tendría el tercer informe de gobierno del primer mandatario.
Desde que asumió la consejería jurídica, Scherer Ibarra, encargó su prominente y profesional despacho a su hijo del mismo nombre.
Un despacho prestigiado y, como sus principales socios, los Scherer, con fama de ser profesional y respetable.
Scherer Ibarra fue un importante enlace del presidente con los más importantes actores de los sectores públicos, pero sobre todo, con los privados, fueran éstos empresariales o del ámbito de la sociedad civil.
Pero lo hace igualmente, y con gran una eficacia, con los medios de comunicación.
Por ello causó molestia en los medios, no extrañeza, (Ramírez Cuevas ya los tiene acostumbrados a recibir “mensajes” digitales (que no comunicados) a título personal, las informaciones a medias de Chucho) que el vocero presidencial para decir que Julio Scherer Ibarra no había renunciado como consejero jurídico del presidente, tuviera que señalar que “esos eran rumores de los medios de comunicación”.
Palabras más, palabras menos en el lenguaje, muchas veces ininteligible de Ramírez Cuevas, fue un mensaje alentador ya que Julio Scherer es un personaje que verdaderamente ayuda mucho al presidente y, como muy bien dijo ayer mismo el Teacher Joaquín López-Dóriga, uno sabe que López Obrador lo escucha, nadie jura que siempre le haga caso, pero que cuando menos el mandatario sabe de la sensatez de su consejero jurídico.
Quien no estuvo nuevamente a la altura de las circunstancias, que obligaban a una declaración mesurada y prudente, fue nuevamente Ramírez Cuevas, quien para decir que Scherer no había renunciado, tuvo que confrontar nuevamente de manera gratuita al gobierno con los medios.
Y, otra vez, como dijera el clásico de Juárez, ¡Pero qué necesidad¡
En tiempo real
1.- Bien en su primera aparición como Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández en San Lázaro. Me permito describir parte de su historia y personalidad a partir del texto que usted puede leer en AEInoticias.com del politólogo Felipe León:
“….es un abogado, notario público, legislador, funcionario público y, sobre todo, un operador político nato, muy cercano a Andrés Manuel López Obrador, al que algunas veces, erróneamente, quisieron hacerlo su “sobrino”. Llega a cubrir la vacante de la muy disminuida Secretaría de Gobernación y a tratar de poner orden al gabinete, a trabajar por la estabilidad y gobernabilidad para los próximos tres años que le quedan a la autollamada “Cuarta Transformación”.
Su perfil dista mucho de un improvisado. Actualmente es el primer gobernador de Tabasco emanado de las filas del lopezobradorismo, pues, aunque su antecesor Arturo Núñez Jiménez llegó por bendición del ahora presidente de la República, su distanciamiento e independencia en conducir la política de la entidad lo alejó rápidamente de las querencias de Andrés Manuel.
Adán es hijo de don Payambé López Falconi, fallecido en diciembre del 2020, y ahí inicia todo. Payambé fue uno de los principales apoyadores del movimiento de AMLO cuando formó el “gobierno popular” luego de la derrota frente a Salvador Neme Castillo allá por 1988.
Adán Augusto López Hernández es un abogado, notario público, legislador, funcionario público y, sobre todo, un operador político nato, muy cercano a Andrés Manuel López Obrador, al que algunas veces, erróneamente, quisieron hacerlo su “sobrino”. Llega a cubrir la vacante de la muy disminuida Secretaría de Gobernación y a tratar de poner orden al gabinete, a trabajar por la estabilidad y gobernabilidad para los próximos tres años que le quedan a la autollamada “Cuarta Transformación”.
Su perfil dista mucho de un improvisado. Actualmente es el primer gobernador de Tabasco emanado de las filas del lopezobradorismo, pues, aunque su antecesor Arturo Núñez Jiménez llegó por bendición del ahora presidente de la República, su distanciamiento e independencia en conducir la política de la entidad lo alejó rápidamente de las querencias de Andrés Manuel.
Adán es hijo de don Payambé López Falconi, fallecido en diciembre del 2020, y ahí inicia todo. Payambé fue uno de los principales apoyadores del movimiento de AMLO cuando formó el “gobierno popular” luego de la derrota frente a Salvador Neme Castillo allá por 1988.