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WASHINGTON, 31 de diciembre (Quadratín México).- A unas horas del Año Nuevo y con el fin de evitar que la economía estadounidense caiga en un “abismo fiscal”, el cual ocasionaría una recesión en Estados Unidos con un efecto dominó internacional, el senado norteamericano reanudó hoy sus esfuerzos por concretar un acuerdo.
El vicepresidente Joe Biden y el jefe legislativo republicano, Mitch McConnel, mantuvieron negociaciones ayer hasta la medianoche en busca de consensos para impedir que a partir del 1 de enero se aumenten, de forma automática, los impuestos y se reduzcan gastos federales, incluyendo en el sector social, lo cual afectaría de manera importante la economía estadounidense y, dentro de un mundo con economía globalizada, una nueva crisis internacional.
El gobierno del presidente Barack Obama y los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, no han logrado un compromiso que evite, a partir del 1 de enero, aumentos de impuestos, reducciones en los gastos de todo el gobierno federal, y el fin del subsidio por desempleo para más de 2.3 millones de personas.
El jefe de la mayoría republicana en la cámara baja, John Boehner, de Ohio, después de numerosas reuniones con el presidente Obama, afirmó la semana pasada que dejaba en manos del Senado la elaboración de una fórmula que evite un “precipicio fiscal”.
Algunas fuentes interpretaron la interrupción de las conversaciones la noche de ayer como otro estancamiento de los esfuerzos, y otras mencionan progresos que saldrán a luz en la sesión del Senado fijada para las 16:00 GMT.
McConnel, de Kentucky, y Biden, quien fue por más de dos décadas senador por Delaware, iniciaron sus conversaciones directas ayer, domingo, después que resultaron infructuosas las que McConnell mantuvo con el jefe de la mayoría demócrata en esa cámara, Harry Reid, de Nevada.
Aún si McConnell y Biden llegaran a un entendimiento habrá que ver en qué forma reacciona la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, una bancada en la cual un segmento muy militante se opone a todo incremento de los impuestos y está dispuesto a encarar un corte indiscriminado de los gastos.
Los demócratas han propuesto un aumento de los impuestos para las personas que ganen más de 360 mil dólares al año y las familias con ingresos superiores a 450 mil dólares.
Los republicanos -que hasta hace dos semanas se oponían a todo incremento de los impuestos para el dos por ciento de la población con ingresos más altos- han indicado que podrían aceptar incrementos de los impuestos para individuos con ingresos sobre 450 mil dólares y parejas con ingresos superiores a los 550 mil dólares anuales.
Los recortes de impuestos, promulgados en su mayoría por el presidente George W. Bush en 2001 y 2003, expiran a la medianoche, y las reducciones de gastos en todo el gobierno federal, por 109 mil millones de dólares este año, podrían aplicarse desde la próxima semana.
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