IMSS, en el top de instituciones de LATAM por su investigación en salud
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de marzo (Quadratín México).- El titular de la la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Mikel Arriola, afirmó que la comercialización autorizada de 56 semillas de maíz transgénico no han reportado ningún daño a la salud, y recordó que aún se carece de autorización para la siembra.
En entrevista, Arriola aseguró que contestará en tiempo y forma la solicitud del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) para que la Cofepris informe sobre los posibles riesgos a la salud o uso y consumo de maíz modificado de manera genética.
“Las 56 semillas son inocuas y son de uso permanente y pleno en muchos lugares del mundo”, dijo el funcionario de la Cofepris, la cual depende de la Secretaría de Salud (SSA).
En México, subrayó, aún no se siembra maíz transgénico y el que se comercializa es de importación y seguro para el consumo, y “la evidencia que nosotros tenemos también es en el análisis internacional”.
Explicó que para obtener la autorización de comercialización, la SSA sólo emite un dictamen sobre la sanidad o la inocuidad de esa semilla en específico, una vez que las secretarías de Medio Ambiente, y de Agricultura deciden respecto a la conveniencia o no de la siembra.
“Ése es el papel marginal de la Secretaría de Salud en ese proceso; desde luego vamos a contestar en tiempo y forma sobre esa situación al IFAI” y “seremos muy específicos de que mientras no se presente un caso concreto no podemos analizar nada, pero cuando se presente seremos muy transparentes”, agregó.
Insistió que sobre las 56 semillas autorizadas se tienen todos “los elementos técnicos y científicos para dar una decisión a un caso específico, concreto, tomando en cuenta que no se ha determinado todavía en este país la conveniencia o no de la siembra de transgénicos”.
Arriola sostuvo que la Cofepris es una agencia de sanidad que está bajo el estricto apego a la resoluciones del pleno del IFAI y en todos sus casos responderá a lo que determinó esa institución.
Hay híbridos transgénicos de ambas resistencias a pestes y a herbicidas. El maíz transgénico es actualmente cultivado comercialmente en los Estados Unidos.
Estados Unidos sólo usa este maíz para alimentar ganado; aunque este maíz se reproduce naturalmente, pues hay seguramente escape de polen transgénico. Se han observado abejas obteniendo polen de maíces transgénicos, y presuntamente probándose que no contribuyen al problema de colapso de colonias.
Mientras tanto, la organización no gubernamental ecologista Greenpeace explica en su página web que la ingeniería genética puede afectar la seguridad de los alimentos fundamentalmente de dos maneras: La alteración o inestabilidad de los genes puede hacer que las plantas produzcan nuevas toxinas y la otra es que las proteínas que produce el gen extraño puede ocasionar alergias o toxicidad.
El grupo ambientalista también menciona otros efectos que incluyen, aparición de nuevas alergias, resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el hombre, aparición de nuevos tóxicos en los alimentos, incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura y disminución en la capacidad de fertilidad.
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