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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2019.- Un conato de bronca provocado por el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, reventó la sesión de este miércoles y detonó un receso para calmar los ánimos, principalmente de los morenistas.
Todo ocurrió durante la discusión del dictamen de reforma a la Ley de Instituciones de Crédito en materia de bloqueo de cuentas bancarias relacionadas con recursos de procedencia ilícita, cuando se aceptó, en una apretada votación, 225 a favor, 223 en contra, una reserva que quita facultades a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Y es que la reserva, presentada justamente por una diputada de la propia bancada de Morena, Lidia García, pedía eliminar un párrafo del artículo 116 bis de dicha Ley y donde se impide a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a través de la UIF, promover extinción de dominio de los recursos que resulten bloqueados.
La reserva fue apoyada en la votación por la oposición, PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y PRD, quienes al grito de ¡No estás sola! la respaldaron ante los reclamos de sus propios compañeros de bancada y celebraron la aprobación, apenas por dos votos de diferencia, de la reserva.
Sin embargo, la inconformidad de la mayoría morenista y aliados, hizo que el coordinador de Morena hiciera un extrañamiento a la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Rojas, por lo que llamó “su inusual prisa para cerrar el tablero de votación en el momento justo”.
Y es que varios diputados de Morena, al no estar presentes en el Salón de Plenos, no pudieron expresar su voto y reclamaban que el tablero se hubiera cerrado en el tiempo establecido y no les hayan permitido votar después, por lo que acusaban que había sido amañada la votación.
Ante los gritos de la oposición quienes defendían la validez de la votación y rechazaban las sospechas de Delgado, éste encendió más los ánimos cuando subió hasta la Mesa Directiva para increpar airadamente y manoteando directamente a la presidenta Laura Rojas.
Lo que provocó que legisladores de Morena y del PAN subieran a la Mesa Directiva para respaldar a sus respectivos legisladores, lo que provocó gritos, empujones y reclamos que terminaron por decretar un receso que de cinco minutos pasó a una hora.