Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de agosto de 2018.- En el tercer día del foro El Balance de las Reformas Estructurales, la experta en temas energéticos, Miriam Grunstein, señaló los cambios profundos en los subsectores de hidrocarburos y eléctrico no han logrado diversificar la participación de empresas, pues Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue siendo el mayor competidor con el 99.9 por ciento de participación.
En este encuentro entre expertos organizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD), órgano del Senado de la República, aseguró que la empresa productiva del Estado mexicano es la que acapara los contratos en las licitaciones, es decir, es mayoritaria la producción nacional.
A casi cinco años de la promulgación de la Reforma Energética, coincidió con diversos especialistas en la urgencia de transitar hacia un modelo de inversión privada y pública en proyectos de producción y exploración del sector.
De igual manera, se debe impulsar un gradual cambio energético para sustituir y eliminar la dependencia de los ingresos petroleros, que actualmente contribuyen en un 30 por ciento a las finanzas públicas.
Grunstein planteó que una medida para reducir la corrupción, la cual se plantea combatir durante la próxima administración, es que se cumplan las contraprestaciones adquiridas por las empresas ganadoras de contratos, de acuerdo a la ley, dichas contraprestaciones no se pueden renegociar, ni alegar baja en los precios del petróleo.
Por su parte el investigador del Instituto Belisario Domínguez, Jaime del Río Monges, dijo que se requiere fortalecer las finanzas públicas de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), generar electricidad con energías renovables.
También recomendó que el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo acumule e invierta a largo plazo.
En cuanto a la exploración y explotación nacional de hidrocarburos estimó su recuperación en los próximos años, no obstante se requiere modificar los hábitos de consumo, ya que se espera que en los próximos 20 o 30 años se reduzca el consumo mundial de petrolíferos debido al cambio climático, cambios tecnológicos y costos de producción.