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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de septiembre (Quadratín México).- “Desavenencias muy serias”, señaló el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como la causa de la salida de Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En entrevista para la agencia EFE, el mandatario capitalino indicó que López Obrador ya estaba orgánica y funcionalmente fuera del partido. Esa postura ya se sentía en el ex candidato presidencial desde hace dos décadas, al grado de que ya no se sintiera “seguro ni representado” en sus ideales.
Destacó que entre los factores que llevaron al anuncio del político tabasqueño está el que los partidarios que militan dentro del PRD y coinciden con sus puntos de vista ya no están en posición mayoritaria. Por lo que consideró mejor “para su causa, para lo que quiere hacer, hacer un nuevo partido”.
La salida de López Obrador coincidió con la intención del PRD de buscar una transformación interna e insistir con otras fuerzas de izquierda para formar un frente no sólo en el Congreso, sino como plataforma electoral única. “En las próximas elecciones, si no realizamos un frente amplio, estamos en problemas”, dijo Ebrard.
“Razonablemente cabría pensar que la alternancia sería hacia la izquierda en el 2018″, agregó, aludiendo a las siete décadas que estuvo el PRI en el poder, los 12 años de gobierno del Partido Acción Nacional (PAN), y el mandato de seis años que comienza en diciembre otra vez el PRI.
El “peor escenario”, advirtió, sería que la izquierda se presentara a las urnas en el 2018 con dos candidatos presidenciales, uno elegido por el PRD y otro, previsiblemente López Obrador, designado por su propio partido y posiblemente otras fuerzas políticas aliadas.
Ebrard Casaubon enfatizó la necesidad de renovación en las filas de la izquierda y que amplíe su poder de influencia a regiones del norte y del occidente del país en las que no tiene gran presencia.
También dijo que la izquierda debe liberarse de lastres como las “ambigüedades respecto al sistema legal” y “tener cuidado con algunas ideas muy radicales, muy antisector privado”.
“Me parece que (esas posiciones) no son lo mejor o lo más inteligente, porque ¿cómo le vamos a hacer para aumentar el ingreso de la mayoría?”, puntualizó.
“Me queda claro que para el siguiente proceso electoral yo tendré que empezar a construir lo que será la posibilidad de una candidatura a partir de enero”, dijo el político, de 52 años.
“Son larguísimos los procesos, porque enfrente tienes un aparato muy grande, y tienes a un PRI que gobierna en 23 estados”, agregó, refiriéndose al Partido Revolucionario Institucional, que el 1 de julio pasado ganó las elecciones presidenciales presentando como candidato a Enrique Peña Nieto.
Ebrard, que en diciembre próximo terminará su mandato como titular del Gobierno del Distrito Federal, disputó con López Obrador la candidatura presidencial de la izquierda para los comicios del 1 de julio, que recayó en el segundo de acuerdo con los resultados de dos encuestas.
López Obrador está ahora fuera del PRD, ha perdido dos elecciones presidenciales (la última y la del 2006), y su imagen quedó marcada por la tozudez que demostró en ambas ocasiones al negarse rotundamente a reconocer su derrota en las urnas.
Ebrard, en cambio, es visto por los analistas como una figura más acorde con los nuevos tiempos de México y su gestión al frente de la administración de la capital le ha permitido a la izquierda ganar abrumadoramente en las últimas elecciones locales.
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