Camioneta lo derriba en moto al parecer robada poco antes
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de diciembre (Quadratín México).- El ex secretario de la Defensa Nacional, el general Guillermo Galván Galván, reconoció que elementos castrenses cometieron errores y violaciones a derechos humanos durante los operativos contra el crimen organizado, en los cuales el Ejército no debe continuar participando.
Las declaraciones del ex titular de la Sedena se desprenden de un libro intitulado “La Secretaría de la Defensa Nacional en el esfuerzo de México en contra del crimen organizado”, cuyo prólogo fue escrito por Galván Glaván.
En la publicación, el general señaló que los errores militares se registraron principalmente en los puestos de control castrense, instalados en las carreteras del país para la revisión de vehículos.
“Ha habido errores lamentables en la conducta del personal militar, destacamentado en los Puestos Militares de Seguridad; sin embargo, en cada uno de los casos se ha procedido conforme a las leyes y cuando se ha comprobado la queja, se ha sancionado”, aclaró.
Tal y como lo ha reconocido la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Sedena ha atendido todas y sin excepción alguna, las Recomendaciones hechas por ese organismo, asegura.
“La confianza de la sociedad evidenciada, no obstante las complicadas tareas de la lucha contra el narcotráfico, se ha visto reforzada cuando por alguna razón, los errores cometidos por el personal del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos en las operaciones, siempre y sin excepción, han sido tratados y castigados conforme a la ley”, asegura la dependencia castrense.
En el libro, Galván Galván justificó la decisión del ex presidente Felipe Calderón de utilizar a las fuerzas armadas mexicanas en la lucha contra el crimen organizado, pero enfatizó que esta práctica no debe continuar ni aunque así lo pidan los gobiernos e incluso la ciudadanía, porque va en perjuicio de las autoridades civiles y su credibilidad ante la población.
Asimismo, la misma Constitución Política mexicana delimita las funciones y jurisdicciones de las fuerzas armadas, tanto castrenses y policiales, y ésta señala claramente que el sector castrense es para defender la soberanía y seguridad nacionales.
En el prefacio, el jefe castrense indica que la presencia del Ejército y Fuerza Aérea en labores de seguridad pública es una situación atípica que “no puede ni debe en forma alguna prolongarse”, pues la presencia militar va en detrimento de las autoridades civiles.
En el apartado “Atención a los requerimientos de la autoridad civil para la presencia del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos en el combate contra el crimen organizado”, la Sedena analizó casos como los municipios de San Fernando y Matamoros, Tamaulipas.
Consideró que éstos evidencian la capacidad corruptora y de violencia del crimen organizado, al haber propiciado la renuncia, remoción o deserción en la totalidad de la policía municipal para ser sustituida por elementos de la Policía Militar.
“Dado que esa atípica situación no puede ni debe en forma alguna prolongarse, y a pesar de las solicitudes de las mismas comunidades para que el personal militar permanezca, ello va en detrimento de la autoridad civil local y desde luego, del conjunto de instituciones encargadas de la prevención y sanción del delito”.
Sostuvo que la evidencia en la disfunción en la seguridad pública local “ha sido una larga acumulación de omisiones y carencia de valores por parte de funcionarios y en no menor proporción del deterioro en el funcionamiento y puesta en práctica de los principios ciudadanos.
QMX/oab