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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de agosto (Quadratín México).- Las perspectivas para el crecimiento económico global se han deteriorado, aunque la economía mexicana mantiene su ritmo de crecimiento, con una continua expansión de las demandas interna y externa, expuso la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
La mayoría de los miembros de la Junta consideraron que las perspectivas de crecimiento económico mundial han continuado deteriorándose y, en particular, se espera un debilitamiento sincronizado en las economías avanzadas y las emergentes.
En la más reciente reunión de política monetaria de la Junta de Gobierno del banco central, realizada el 20 de julio pasado y cuya minuta fue divulgada este viernes, se destacaron las preocupaciones por la Unión Europea, el deterioro en Estados Unidos y el aumento de la inflación.
Todos los miembros de la Junta reconocieron la importancia de que el Banco de México vigile los determinantes de la inflación y considere la temporalidad de los choques que la afectan para ajustar oportunamente la política monetaria.
También coincidieron en que de observarse presiones inflacionarias que pudieran ser contenidas a través de la política monetaria, la Junta no dudará en actuar.
En cuanto a la economía de Estados Unidos, señalaron que mantiene un crecimiento moderado, aunque su ritmo de expansión se ha debilitado y recientemente diversos indicadores han mostrado un deterioro adicional.
Advirtieron dificultades persistentes en la zona del euro y reiteraron que las primas de riesgo asociadas al financiamiento de la deuda soberana de España e Italia permanecen elevadas, a pesar de los apoyos de la Unión Europea.
Algunos miembros sostuvieron que aunque las medidas para lograr una mayor integración fiscal y bancaria en la zona han proporcionado un alivio temporal a los mercados financieros, prevalece una gran incertidumbre acerca de las características de tales reformas y de la capacidad de las autoridades para ponerlas en práctica oportunamente.
Sin embargo, “la mayoría coincidió en que persiste la retroalimentación negativa entre el deterioro de la actividad económica, la vulnerabilidad de los bancos y la dificultad de acceso de algunos gobiernos a los mercados de deuda soberana, exacerbando el riesgo de contagio”, de acuerdo con el Banxico.
Respecto a la economía mexicana, los integrantes de la Junta indicaron que a pesar del entorno internacional desfavorable, mantiene su ritmo de crecimiento y tanto la demanda externa, como la interna, continúan expandiéndose.
Destacaron que el pronóstico de crecimiento económico de México para este año es de una tasa similar a la de 2011, aunque un miembro agregó que para los próximos dos años se espera que la expansión de la economía sea muy cercana al crecimiento del producto potencial.
No obstante, coincidieron en que el balance de riesgos para el crecimiento de la economía mexicana continuó deteriorándose como consecuencia del debilitamiento de la economía global.
Expusieron que a pesar de que hasta ahora la demanda externa que enfrenta el país ha mantenido su dinamismo, la desaceleración de la economía mundial, en particular la de Estados Unidos, ha incrementado la probabilidad de que la economía mexicana experimente una reducción en la demanda de sus productos de exportación.
Los miembros de la Junta del Banxico aseguraron que las expectativas de inflación se encuentran bien ancladas y que a ello ha contribuido el comportamiento de los salarios y los mayores niveles de competencia.
La mayoría de los integrantes anticipó que hacia finales de 2012 y durante 2013 las inflaciones general y subyacente serán congruentes con los pronósticos publicados por el Banco de México en su último Informe sobre la Inflación.
En cuanto al tipo de cambio, un miembro aseveró que las respuestas de política macroeconómica del país ante los choques externos, como una postura fiscal prudente y una política monetaria conducente a la convergencia de la inflación a la meta, han permitido que la depreciación del tipo de cambio real se diera de manera ordenada y con un reducido traspaso del ajuste en la paridad nominal a los precios al consumidor.
Agregó que a pesar de que el tipo de cambio nominal seguirá presentando volatilidad mientras persistan los problemas en la zona del euro, el peso mexicano ha mostrado una mayor resistencia ante la incertidumbre internacional.
Ante ello, la Junta de Gobierno del Banco de México resolvió mantener en 4.5 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, “decisión que se adoptó por unanimidad de votos”.
La Junta también aseguró que la postura actual de la política monetaria es conducente a alcanzar el objetivo permanente de inflación de 3.0 por ciento.
Señaló que se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación, dado que su comportamiento podría hacer aconsejable ajustar la postura de política monetaria para hacerla más o menos restrictiva dependiendo del escenario que se presente.
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