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CIUDAD DE MÉXICO, 17 de julio de 2016.- A pesar de que la presente administración prometió cambios profundos y poner a México en movimiento con las reformas estructurales, en el país se acentúan profundas brechas de desigualdad e injusticia, poniendo en tela de juicio esas reformas estructurales que están “haciendo agua”, advirtió la Arquidiócesis de México.
A través de su editorial Desde la fe, publicada este domingo bajo el título Reformas, un barco que hace agua, la Iglesia católica criticó que justificaciones que hacen a México “un lugar atractivo para invertir”, contrastan con el crecimiento de la pobreza entre 2012 y 2014, al pasar de 53.3 millones de personas a 55.3 millones.
“Mientras se consumó el Pacto por México, la clase política renovó sus promesas para consolidar los esfuerzos de gobernabilidad, el fortalecimiento del Estado de Derecho, el sistema democrático y la participación ciudadana; en suma, era el arranque de los cambios para la prosperidad”, consideró.
Desde la fe advirtió que el gobierno actual «logró un cúmulo de reformas que motivaron los discursos más triunfalistas y atronadores: impulso en todos los niveles, bajas en los precios, inusitado poder adquisitivo, mejoramiento del salario y, sobre todo, promesas de desarrollo para acabar con la violencia, cuya causa, en gran medida, tiene su origen en la pobreza y en falta de oportunidades”.
Afirmó que el 2016 es año del calvario para los mexicanos, pues “se estrangula a millones de consumidores con nuevas alzas en los combustibles y tarifas eléctricas, poniendo en duda si realmente la reforma energética está corriendo por los caminos adecuados”.
La Arquidiócesis aseguró que hay inestabilidad social por la Reforma Educativa y la promesa presidencial para que “las ciudades, los pueblos, las carreteras, vuelvan a ser espacios de tranquilidad, en los cuales, los mexicanos transiten con seguridad, sin temor de perder la libertad o la vida”, queda en pura retórica populista.
“Los recortes presupuestales amenazan la efectividad de las políticas públicas. En 2016, la política de desarrollo social sufrió disminución de recursos debido a la fusión de programas, perjudicando así a los más pobres. El cinismo no puede ser más descarado cuando los responsables de estas políticas menosprecian informes de organismos internacionales sobre la pobreza rampante, aseverando que se puede vivir holgadamente con 12 pesos diarios, es decir, poco más de 300 pesos mensuales”, publicó.
Recordó que en febrero pasado, en Palacio Nacional, el Santo Padre dijo a las autoridades, diplomáticos y sociedad civil: “Les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz”, pero en México se acentúan profundas brechas de desigualdad e injusticia, poniendo en tela de juicio esas reformas estructurales que están “haciendo agua”.