
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de junio de 2016.- El presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, aplaudió el proceso y aprobación de las reformas estructurales que impulsaron PRI, PAN y PRD desde el seno del Pacto por México en diciembre de 2012.
“El impulso de las reformas se está convirtiendo en una suerte de tratamiento terapéutico de las fiebres electorales. Una suerte de antibiótico para aislar, desechar lo que hace daño; y restablecer la vitalidad del cuerpo social, del cuerpo democrático”, dijo.
Durante la inauguración del seminario La reforma de la Justicia Electoral, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el político del PAN resaltó que hay dos desafíos a los que se enfrentan los políticos una vez que concluye con algún proceso electoral.
“Los desafíos de la estabilidad, el doble desafío de la estabilidad. No solamente la estabilidad en cuanto a las reglas legisladas; sino también la estabilidad con respecto a los criterios a través de los cuales y sobre los cuales se cimienta nuestra institucionalidad electoral”, explicó.
Consideró que el nuevo reparto político en el país obliga al Poder Legislativo a interpretar el marco legal desde “a partir de la vigencia de esas nuevas reglas; sino que también –hay que decirlo– provoca cambios en los criterios y cambios en buena medida en la fisonomía de nuestro sistema jurídico”.
En este sentido, Gil Zuarth consideró como un problema el tiempo para desahogar las impugnaciones, ya que el Tribunal Electoral sólo tiene 15 días para calificar una elección de gobernador o resolver las impugnaciones “porque simplemente no se puede hacer un análisis exhaustivo”.
“Tienen que resolverse los plazos en todas las etapas, tanto administrativas como jurisdiccionales, de tal suerte que hay un espacio suficiente para el juez constitucional de última instancia para resolver las controversias que prevalezcan aun en ese determinado proceso electoral. Uno de los tantos casos de ajustes que se hacen visibles, insisto, en un proceso electoral”, dijo.
Por ello, afirmó que la reforma político electoral “no es el único camino de cambio jurídico, me parece que el gran desafío de la justicia electoral está en la consolidación de doctrinas estables y predecibles sobre aspectos esenciales de nuestra institucionalidad electoral”.