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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero (Quadratín México).-Investigaciones realizadas en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, revelaron que, de forma similar al de las plantas y los animales, los hongos poseen un mecanismo de defensa que les permite responder al daño mecánico para poder subsistir, este proceso en el futuro podría tener aplicaciones médicas fundamentales.
Dicha investigación, realizada por los científicos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio-Cinvestav) en coordinación con la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad de Lincoln de Nueva Zelanda, estableció que los hongos Trichoderma atroviride al ser cortado, tiene la capacidad de formar un tapón que evita la pérdida del contenido celular y, por ende, su muerte.
En un reciente artículo publicado por la revista de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos (PNAS), el científico Miguel Ángel Hernández Oñate Oñate, estudiante de doctorado del Cinvestav, explica que el anterior mecanismo, permite al hongo Trichoderma atroviride poder regenerarse en sólo una hora después de haber sido cortado.
El hongo, explica, se regenera formando nuevas hifas, las cuales, posteriormente entran en un proceso de diferenciación celular, el cual provoca que células no reproductivas (células vegetativas) sean capaces de convertirse en células reproductivas, las cuales en hongos son llamadas esporas.
En consecuencia, en el Trichoderma atroviride las hifas que se regeneran después del daño mecánico se convierten en unas estructuras llamadas conidióforos, las cuales finalmente producen las esporas y es a través de éstas que el hongo puede sobrevivir al daño mecánico y reproducirse.
“En hongos, hasta la fecha, no existían reportes detallados del estudio de este fenómeno, por lo que este trabajo representa un gran avance en el conocimiento de la respuesta de los hongos al daño mecánico y resulta de suma importancia para conocer más acerca de la biología de Trichoderma atroviride”, precisa el investigador.
Apunta que el mecanismo de respuesta al daño mecánico presente en plantas y animales se encuentra conservado genéticamente en el hongo Trichoderma atroviride, por lo que, “se podría pensar que los hongos también conserva un mecanismo de regeneración similar al que se presenta en animales”.
Análisis preliminares sugieren que algunos de los genes que participan en la regeneración en animales también están presentes en la respuesta de Trichoderma atroviride al daño mecánico; con esto podría abrirse la oportunidad de estudiar los mecanismos básicos involucrados en la regeneración celular, como la regulación del ciclo celular o del crecimiento.
“Sin embargo, esto es algo aventurado porque estamos comenzando el trabajo, pero a futuro sería muy interesante saber qué mecanismos usa Trichoderma atroviride para la regeneración celular y comprobar si estos mecanismos están conservados en otros hongos, plantas y animales; si se logrará, sería muy interesante estudiar los procesos de regeneración de celular en un organismo menos complejo que los animales”, señalo el investigador.
Esta investigación ha sido recomendada a la Faculty of 1000 que es un grupo de investigadores que identifica y evalúa los artículos más importantes en biología e investigación médica. En este sentido, Nancy P. Keller, del Departamento de Microbiología Médica e Inmunología de la Universidad de Wisconsin, recomendó este trabajo debido a los avances que presenta en el conocimiento de la respuesta de los hongos en respuesta al daño mecánico.
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