Con cédula digital avanza IMSS en la transformación de sus servicios
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio de 2018.- La cáscara del crustáceo cangrejo asiático ayuda a proteger nervios del cráneo o a regenerar huesos de la columna vertebral en seres humanos.
Científicos y estudiantes del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), han probado la efectividad de la quitosana en combinación con otros compuestos, como el mineral hidroxiapatita, para corregir daños en la columna lumbar en pacientes que sufrieron accidentes, traumatismos y lesiones estructurales.
A nivel experimental encontraron que dicho compuesto, empleado como un implante, funge como andamio para mejorar la estabilidad biomecánica de la columna, informó el Jefe del Departamento de Neurociencias del CUCS, doctor Rodrigo Ramos Zúñiga, según detalla un comunicado.
El maestro Martín Rodríguez Vázquez, estudiante del doctorado en Ciencias Biomédicas del plantel, explicó que el material sintetizado tiene varias ventajas: una es que la quitosana empieza a ser degradada por las células del cuerpo a partir de los 30 días; además, los minerales empezarán a liberar compuestos como el calcio y el fósforo que inducirán la formación del hueso a los 60 días.
En el estudio –que será publicado en una revista internacional– se analizaron tres grupos de ratas: a las primeras no se les agregó nada para determinar su evolución natural, a las segundas se les colocó parte de su tejido, y a las terceras se les puso el implante diseñado como una cubierta protectora.
En los roedores en los que se implantó la quitosana combinada con el mineral hidroxiapatita, se constató que no causa reacción inflamatoria, tampoco fibrosis (cicatriz interna), por lo que no invade los nervios y no afecta las funciones motrices; además, forma hueso nuevo.
«Pero no sólo se comprobó en estudios histológicos, me refiero a verlo en el microscopio y analizar cómo estaba creciendo el hueso; también en estudios de inmunocitoquímica, que permitieron ver que había hueso de nueva formación” logrado a partir del andamio. También se complementó con estudios de imagen para conocer qué tanto soldó.
Los resultados muestran que el proceso de consolidación de hueso es más rápido y eficiente con la quitosana combinada con la hidroxiapatita. En tanto, con los implantes de bancos de hueso de cadáver, no está exento de riesgos o con los importados, que resultan costosos.
El compuesto sintetizado por los universitarios puede costar 5 por ciento de lo que valen los implantes de otros materiales y que pueden generar procesos de rechazo o reacción.
Los investigadores de la UdeG trabajarán en un protocolo clínico para aplicar el implante de la quitosana con el mineral tanto en cráneo como en columna de seres humanos, a fin de que pueda emplearse en los hospitales.
Desde hace 10 años en el CUCS se estudian los biopolímeros como la quitina, sustancia compuesta de moléculas sencillas presentes en vegetales y animales, y de mayor abundancia en la naturaleza. El trabajo de investigación incluyó el diseño del biopolímero, que en este caso es la quitosana y su compatibilidad.
Luego de su diseño lo analizaron “desde el punto de vista químico, físico, estructural, pruebas de resistencia, diferentes modalidades de presentación: geles, sales, láminas, hojuelas, micro esferas; tiene una diversidad muy amplia, entonces, evaluamos la siguiente etapa que era la biocompatibilidad y encontramos que se trata de un producto que es plenamente compatible con los tejidos biológicos”, añadió Ramos Zúñiga.
El 10 de octubre de 2016, los académicos del plantel dieron a conocer que diseñaron una esponja que funciona como protector mecánico del nervio trigémino del cráneo, ante la presión y traumatismo que genera una arteria vecina, con lo que elimina uno de los dolores más difíciles de controlar en la cabeza, y que es incapacitante. Fue implantado en una mujer de 68 años y su evolución ha sido positiva.