Recomienda IMSS disfrutar época decembrina sin descuidar la salud
GUADALAJARA, 13 de octubre (Quadratín México).- El investigador del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Alfredo Celis De la Rosa, informó que en el estado, promedian anualmente 500 casos nuevos de hepatitis.
Consideró que la hepatitis es un problema de salud pública, tanto por su alta infectocontagiosidad como por cursar en muchas ocasiones asintomática y derivar en daños irreversibles al hígado como cirrosis o cáncer hepático.
El experto en Salud Pública, adscrito al Hospital de Especialidades del Instituto en Jalisco, explicó que esta enfermedad se caracteriza por la inflamación del hígado, como consecuencia de haber entrado en contacto con el virus responsable de la misma.
El entrevistado dijo que a nivel salud pública, las variantes A, B y C, son las que captan más la atención, especialmente por sus mecanismos de transmisión.
Mientras la tipo A, se disemina al consumir agua o alimentos contaminados con heces fecales “lo que evidencia poca higiene al consumir o preparar alimentos”, la forma B y C, se contagian por contacto con fluidos corporales infectados.
La tipo A es de la que más se escucha, siendo los niños los más afectados, generalmente, como producto de brotes en escuelas, de ahí que sea la más frecuente en cuanto a número de casos, aunque la menos dañina para el hígado, “suele autolimitarse sin dejar secuelas”.
Por su parte, la forma B de la hepatitis es la de mayor infectocontagiosidad y se transmite por relaciones sexuales no protegidas, así como por utilizar jeringas u otros instrumentos que hayan estado en contacto con sangre contaminada por el virus de la afección, apuntó el experto.
Añadió que la hepatitis C es “menos infectiva”, pero dada su evolución lenta y silenciosa, existen muchas personas que aunque son portadoras de la misma lo desconocen.
El especialista advirtió que tanto la variante B y C tienden a la cronicidad, siendo de hecho, las principales responsables de cirrosis y cáncer hepático.
Destacó que una de cada 10 o 20 personas con hepatitis B o C, va a desarrollar cirrosis, la cual es conocida como importante precursora de cáncer de hígado.
“Al margen de que existen vacunas para prevenir la hepatitis, las medidas higiénicas básicas como el lavado de manos, así como las relaciones sexuales protegidas, la monogamia y la abstinencia juegan un papel importante en la prevención de esta enfermedad”, afirmó.
Existen referencias en la literatura médica, en el sentido de que a nivel mundial, puede haber 500 millones de personas con hepatitis virales tipos B y C, las cuales, reiteró, se hacen crónicas y evolucionan a complicaciones con un alto costo, no sólo para las instituciones de salud sino para el propio paciente.
Ataque al estado general, manifestado por decaimiento y cansancio, así como pérdida de apetito y eventualmente fiebre, suelen ser síntomas sugestivos de hepatitis en su forma aguda, pero por su similitud con los que ocurren en otros padecimientos como una gripe, por ejemplo, la gente suele pasarlos por alto.
Otros datos incluyen coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca de los ojos, así como oscurecimiento de la orina y palidez en las heces fecales, siendo éstos más sugestivos de la enfermedad, por lo que, ante cualquiera de ellos, debe buscarse atención médica.
Indicó que en este mes se celebra el Día Internacional de la Hepatitis C, y entre otros objetivos, se busca crear mayor conciencia sobre esta enfermedad, como el grave problema de salud pública que es en todo el orbe, aún cuando es fácilmente prevenible.
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