Relato con final previsto: tersura y ternura en la recepción del triunfo virtual de EPN

Mónica Durán, especial para Quadratín México

CIUDAD DE MÉXICO, 1 DE JULIO, (Quadratín México).-  Con aplausos y amplias sonrisas fueron recibidos los resultados del conteo rápido de la elección presidencial en la Macrosala de Prensa del Instituto Electoral que dieron como virtual ganador de la contienda al priista Enrique Peña Nieto, que presentó –en cadena nacional- el árbitro de la contienda, Leonardo Valdés.

Tan limpio y transparente ha sido considerado este ejercicio ciudadano que, hasta este lugar, al sur de la capital, llegó el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, quien –en privado— se reunió con el consejero presidente, Valdés Zurita para felicitarlo “por lo eficiente de su labor”, se le escuchó al escabullirse entre los cientos de reporteros que lo coparon a su paso.

No obstante, también estuvieron presentes las caras largas y muecas de enojo, contrariedad y sorpresa de otros tantos, en particular observadores electorales y visitantes especiales.

Personajes como el actor Daniel Jiménez Cacho, férreo defensor de la candidatura del opositor candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, no dejó de mostrar su desencanto a las cifras presentadas: Enrique Peña Nieto 37.93-38.55 puntos; el perredista, con 30.90-31.86; la panista Josefina Vázquez Mota con 25.10-26.03; y el candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, con 2.27-2.57 puntos porcentuales.

Minutos antes de las 23.10 horas, la Macrosala de Prensa comenzó a llenarse de todo tipo de personajes involucrados en la comunicación, desde reporteros de radio, tele, prensa, internet, revistas, fotógrafos y camarógrafos –que, por cierto estuvieron en su lugar natural de labor-, hasta publirrelacionistas, asesores de imagen “guaruras”, observadores extranjeros, comentaristas, columnistas, corresponsales, todos ellos con su correspondiente acreditación de prensa que, en esta jornada alcanzó más de dos mil gafetes.

Y hasta el ex comunicador del IFE, en aquella constreñida elección de 2006, quien fue responsable del manejo de los medios, se dio cita en esta sala que fue instalada en el estacionamiento frontal de la sede electoral.

John Ackerman, activista y crítico del gobierno de Felipe Calderón, quien promovió una denuncia por actos de lesa humanidad contra el todavía presidente de México, ante la Corte Internacional de la Haya, se dio cita, pero no aplaudió.

¿Y los #Yo soy132? Desde temprano, en redes sociales los jóvenes integrados en ese movimiento lanzaron varios mensajes con la advertencia de manifestarse frente al edificio de Tlalpan y Viaducto. Nunca llegaron. Y, hasta los exigentes de boletas electorales, con el frío y la lluvia desistieron de sus gritos.

Reporteros de las nueva y “mediana” generación, todos por igual se mantuvieron expectantes desde antes de las siete de la mañana; otros llegarían más tarde, luego del cierre de casillas. Unos más, ni siquiera tuvieron oportunidad de emitir su voto, pero todo sea por la responsabilidad y el mantener informada a la sociedad.

La gran cita se adelantó 30 minutos. En el mensaje anterior el consejero presidente se habría comprometido a “tener virtual ganador de la contienda a las 11.45 en punto”.  Cumplió parcial, si presentó resultados y dio por entendido que México amanece con un virtual presidente de la República, solo que lo hizo minutos antes.

Tan relajada fue esta elección, contrariamente a la inmediata anterior que, al término del mensaje y la transmisión formal del canal IFE-TV, se escucharon acordes cadenciosos y la voz de Omara Portuondo irradió el espacio con la versión en español de “killing me softling” y, así matando suavemente el tiempo los observadores, unos tristes, otros con alegría manifiesta, partieron mientras los hombres y mujeres de la información continuaban en su labor….

QMEX/mgd

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