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WASHINGTON, 13 de diciembre (Quadratín México).- La embajadora del Gobierno de Barack Obama ante las Naciones Unidas, Susan Rice, retiró su nominación de la lista de candidaturas para la Secretaría de Estado norteamericano porque enfrentaba una fuerte oposición de la bancada republicana en el Congreso debido al papel que desempeñó posterior al ataque mortal en contra de la misión estadounidense en Bengazi, Libia.
En su carta de renuncia a la nominación, Rice le dijo a Obama que “el proceso de su ratificación sería muy tardada, disruptiva y costosa para usted (presidente) y para nuestras prioridades nacionales e internacionales más importantes. El proceso simplemente no vale la pena para nuestro país”.
Obama, quien habló con Rice el jueves pasado, dijo que él se vio obligado a aceptar la petición de la embajadora, y la describió como una “mujer extraordinariamente capaz, patriótica y una servidora pública apasionada”.
El mandatario agregó que Rice “continuará fungiendo como embajadora ante la ONU y una miembro clave de mi gabinete y del equipo de seguridad nacional”.
“Mientras que lamento profundamente los ataques injustos y malintencionados en contra de Susan Rice en semanas recientes, su decisión demuestra la fortaleza de su carácter, y un compromiso admirable para emerger sobre la política del momento para anteponer los intereses nacionales”, manifestó Obama.
El presidente no titubeó en apoyar a Rice de las acusaciones de que ella manipuló y tersgiversó información al público estadounidense tras los ataques en Bengazi, durante los cuales fueron asesinados cuatro norteamericanos, incluyendo el embajador Christopher Stevens. Y hasta el jueves, Obama estaba dispuesto para enfrentarse a los críticos de la diplomática.
El republican opositor a Rice más vociferante fue el senador John McCain de Arizona, pero varios republicanos más se unieron al movimiento y agudamente cuestionaron la capacidad de Rice para asumir la Secretaría de Estado.
Un demócrata que defendía a Rice, John Kerry, de Massachusetts, quien ha sido mencionado como otro de los posibles secretarios de Estado, fue uno de los primeros legisladores en pronunciarse sobre la renuncia de Rice.
“Yo la he defendido públicamente y no titubearía en volverlo hacer porque conozco su carácter y conozco su compromiso y entrega”, dijo Kerry. “Ella es extraordinariamente capaz y una servidora pública muy dedicada. El anuncio de hoy no cambia nada de eso. Debemos estar agradecidos de que continuará a servir y contribuir en un nivel de los más altos”.
El debate sobre Rice ha sido una distracción importante durante la transición del gobierno de Obama, el cual asume un segundo cuatrienio y para el cual se esperan muchos cambios de puestos de alto nivel. También ha desviado esfuerzos del gobierno en su búsqueda por resolver la crisis fiscal.
Fue inusual que se pusiera tanta atención sobre un nominado potencial a un puesto de gabinete.
También se consider inortodoxo que ella tuviera que presentarse ante el Congreso para defenderse de sus opositores, quienes solamente extendieron su los ataques contra sus cartas credenciales.
Algunos funcionarios del gobierno de Obama dijeron que el president estaba limitando su espacio para maniobrar políticamente, al enfrentar con tanta vehemencia a los opositores de Rice.
“El hecho de que se vayan en contra de la embajadora de las Naciones Unidas, quien no tuvo nada que ver en el asunto de Bengazi y quien simplemente hacía una presentación basado en inteligencia que se le entregó y poner en entredicho su reputación es lamentable”, dijo el presidente.
“Cuando ellos atacan a la embajadora ante las Naciones Unidas porque creen que ella es blanco fácil, entonces ellos tienen un problema conmigo”, añadió. “Y si fuera mi decisión y yo pienso que ella es la mejor persona para servir a Estados Unidos en la Secretaría de Estado, entonces yo la nominó”.
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