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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de septiembre de 2024.- En México, el 70 por ciento de la distribución de dispositivos médicos en la última milla –los que llegan a las clínicas, hospitales y sanatorios– es realizada por pequeñas y medianas empresas (Pymes), aseveró Carlos Salazar Gaytán, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores de la Salud (Anaps) y director de Medical Expo.
Al participar en el Foro de Ética y Cumplimiento AMID 2024, indicó que 90 por ciento del consumo nacional de dispositivos médicos en México es importado y fabricado por empresas multinacionales, las cuales tienen bien fundamentados los códigos de ética y cumplimiento normativo y regulatorio.
Añadió que cerca de 2 por ciento de las Pymes, que se enfocan a la distribución y la cadena logística que abastecen al sector médico en México, se encuentran en algún proceso de certificación de alguna norma o están certificados con ISO-9001.
Sin embargo, 70 por ciento de las empresas que se encargan de suministrar dispositivos médicos a los hospitales, no han realizado esfuerzos suficientes para entrar a una ética de cultura, principios de integridad y cumplimiento, expresó al participar en el panel El Papel de la Integridad y la Ética en la Prestación de Servicios Privados de Salud.
El gran reto que tenemos es que estas empresas transnacionales apoyen a las pequeñas, medianas y grandes compañías en que logren el cumplimiento normativo-regulatorio y fundamenten sus esfuerzos de distribución, basados en el código de ética y cumplimiento regulatorio”, enfatizó, según un comunicado.
Por lo anterior, destacó que todo el ecosistema de salud está en un momento crucial para garantizar el cumplimiento de la ética y la normatividad para ganarse la confianza y exhortó a que las instituciones de salud pública se sumen a fundamentar las calificaciones de la proveeduría y darles un valor agregado a las empresas que están preocupadas por garantizar la ética, la seguridad y trazabilidad de sus dispositivos.
Imaginemos un momento en el cual el Gobierno federal, las empresas, los microempresarios y las firmas logísticas podamos sentarnos en una mesa a planear en conjunto las necesidades de salud con las instituciones, les aseguro que México tendría un mejor resultado en materia de abastecimiento”, declaró.
En el panel también estuvieron presentes Filiberto Álvarez Campos, de la Asociación Nacional de Hospitales Privados; Luis Padilla, miembro fundador de la Federación Mexicana de Colegios de Ortopedia y Traumatología, y como moderadora, Hebert Joffre, integrante del comité de ética de la Asociación Mexicana de Dispositivos Médicos (AMID).
Salazar Gaytán expuso que, en una práctica médica, 50 por ciento depende del doctor, pero la otra mitad corresponde a que los insumos y dispositivos médicos sean adecuados y se utilicen de forma correcta por los pacientes.
Creemos fundamentalmente que es momento de dejar de evaluar únicamente el precio, la calidad y el servicio”, destacó.
Añadió que la industria de dispositivos médicos requiere como requisito obligatorio, que las instituciones de salud público y privado tengan bien claros los principios de ética, integridad, a fin de que puedan realmente garantizar la seguridad de sus pacientes en un entorno en donde el paciente esté al centro de las acciones que ejerza todo el ecosistema de salud.
Es fundamental que hoy en día, podamos garantizar que la distribución y la logística puedan tener fundamentos que avalen la calidad del producto y de quienes participamos en toda la cadena de suministro”, enfatizó.
Luis Padilla, integrante de la Federación Mexicana de Colegios de Ortopedia y Traumatología, comentó que la relación de un médico con el paciente no debe ser influenciada por terceros y con educación médica pueden ofertar un mejor servicio a sus pacientes.
Filiberto Álvarez Campos dijo que a nivel internacional permea el concepto imprescindible de calidad y seguridad, lo cual es aplicable en la práctica de los hospitales y los médicos, como en las empresas fabricantes.
Y Hebert Joffre, integrante del comité de ética de la AMID, destacó que, si bien las instituciones gubernamentales tienen un rol regulador, es a través de la autogestión y la autoregulación de los sectores como se puede hacer más exigente el proceso.