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BERLÍN, 31 de enero (Quadratín México).- El último reporte financiero del Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, conmocionó al sector financiero, ya que refiere pérdidas por dos mil 150 millones de euros durante el cuarto trimestre de 2012.
Esta fue la pérdida más fuerte en ese trimestre desde 2008, año en que empezó la crisis.
En el mismo lapso del año anterior (el cuarto trimestre de 2011), la pérdida fue de 400 millones de euros.
El banco también dio a conocer su balance de todo el año pasado, y refirió que su ganancia después del pago de impuestos fue de sólo 700 millones de euros, cuando en 2011 fueron de cuatro mil 300 millones de euros.
Las causas de las pérdidas residen en numerosos problemas en la reestructuración actual del banco y del gasto de la integración del Postbank, banco que adquirió y que es uno de los más grandes de Alemania.
El Deutsche Bank precisó que los costos jurídicos de 2012 fueron de más de un mil millones de euros, y acciones y valores que le supusieron pérdidas por un mil 900 millones de euros.
Estas últimas se registraron en la rama de banca de inversión y en la de administración de grandes capitales.
El banco, además, se encuentra bajo gran presión porque es investigado judicialmente por su involucramiento en el caso de la tasa europea de interés Libor.
Esa tasa que tiene gran importancia en Europa fue manipulada por varios bancos europeos para ganar dinero en perjuicio de acreedores.
La acción del Deutsche Bank en la Bolsa de Frankfurt registró altibajos y después arrojó un alza de 2.0 por ciento.
Los operadores estiman que muchos inversionistas reaccionaron con alivio ante las noticias porque eso significa que los dos nuevos directores del banco están confrontando los residuos tóxicos, que colocaron en las cifras del cuarto trimestre del 2012.
En sectores financieros y bancarios alemanes se consideró que el balance de 2012 da por muerto el modelo que estableció en el banco durante años Josef Ackermann, quien fue su presidente.
La nueva presidencia está integrada por Anschu Jain y Jürgen Fitsche, desde hace seis meses.
Después de la impresión inicial respecto a las pérdidas del Deutsche Bank, operadores de bolsa revisaron con más cuidado el balance del banco y consideraron que no todo estaba mal.
Un elemento positivo fue el aumento del núcleo duro del capital del banco que avanzó de 6.0 a 8.0 por ciento, de acuerdo con analistas. Interpretaron la medida como una decisión de la presidencia del Deutsche Bank para no asustar a los accionistas con una solicitud de más capital.
Muchos inversionistas tienen ahora la expectativa de que lo más duro respecto a los negocios del Deutsche Bank ya pasó.
Jain y Fitsche refirió en septiembre pasado su nueva estrategia después de asumir la doble presidencia, y declararon estar decididos llevar a cabo un profundo cambio en la cultura que prevalecía en el Deutsche Bank.
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