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CIUDAD DE MÉXICO., 25 de julio de 2023.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reprobó los mensajes de odio y discriminación vertidos por el expresidente Vicente Fox en contra de aspirantes de la izquierda a la Presidencia de la República.
El 22 de julio pasado, Vicente Fox publicó un tuit en el que llama a Sheinbaum “judía búlgara”, a Ebrard “fifí francés”; a Noroña “extraterrestre”; y a Adán Augusto “de Transilvania”.
Ello, en apoyo a Xóchitl Gálvez, aspirante del Frente Amplió por México, de la alianza PRI, PAN y PRD, al afirmar que es la única mexicana.
Sobre estos comentarios, la CNDH advierte que se trata de una violación a los derechos humanos que repercuten en una disposición generalizada hacia la descalificación, usando la xenofobia.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se posiciona sobre el impacto de estas manifestaciones en el actual contexto, y pone de manifiesto que el respeto de los derechos humanos y la dignidad lamentablemente no forman parte de la agenda ni del discurso de diversos actores políticos en la actual coyuntura, lo que constituye un serio riesgo para el ejercicio del debate y de la democracia misma.
Lo califica como un mensaje de odio con contenido explícitamente xenofóbico, antisemita y de evidente intolerancia religiosa y étnica, contra personas pertenecientes a la izquierda.
“Su mensaje, notoriamente tendencioso porque lo contrasta con la ‘mexicanidadp de una persona perteneciente a otro partido político, denuesta, con adjetivos descalificativos, xenófobos y de odio, a sus eventuales contrincantes; menciona a una como “judía búlgara”, a otro como “francés”, y de otros dos se expresó incluso negando su humanidad, refiriéndose a uno como “extraterrestre” y a otro como supuestamente proveniente de Transilvania, teniendo en cuenta la doble connotación del término, por una parte, el origen de un ser tradicionalmente identificado con lo maligno, y por otra, una vez más, su nacionalidad”, cita el posicionamiento de la CNDH.
También reflexiona que México ha presentado una contradicción histórica en términos del despliegue de sus capacidades de hospitalidad, al recibir diferentes olas migratorias y brindarles estabilidad social, en contraste con fuertes tendencias hostiles hacia comunidades marginadas, especialmente centroamericanas.
Aun así, México es también un país de tradición migrante. Este dilema se suma a la ola xenófoba que se comparte entre países del norte global, generalmente administrados bajo políticas neoliberales y de extrema derecha, y al reto actual que representan las nuevas migraciones.
De manera que, en el debate y la contienda política, es responsabilidad de toda figura pública, sea autoridad de gobierno, ex gobernante o dirigente, sobre todo en declaraciones difundidas en redes sociales y medios de prensa, ser en extremo cuidadoso de sus expresiones, discernir entre la manifestación de diferencias y la denuncia, incluso, de situaciones necesarias de conocer por la opinión pública, y la mera descalificación, sobre todo aquellas expresiones peyorativas que denigran las características físicas, la condición de género, la nacionalidad, en suma la dignidad, y vulneran los derechos, porque tendrán un efecto contradictorio, pudiendo fisurar incluso las prácticas democráticas.
La CNDH condena el mensaje del ex presidente, porque no abona a un debate político democrático ni basado en los principios constitucionales de igualdad y no discriminación.
Enfatiza que el mensaje del ex presidente es violatorio de derechos humanos y nugatorio de la dignidad humana, tanto de las personas a las que señaló con su mensaje de odio, como de las personas pertenecientes a los colectivos aludidos, como la comunidad judía, las comunidades francesa y búlgara, y de todas y todos los mexicanos.
Lo anterior, sin menoscabo de que cualquier persona en la arena política debería abonar a ese debate con argumentos, incluso mediante la exposición de la corrupción, no apelando a frivolidades y ocurrencias que repercuten en detrimento de los derechos, las libertades y la dignidad humana.
Por lo anterior, la CNDH exhorta a la clase política y a la sociedad en su conjunto, para que en el marco de los procesos político – electorales que se avecinan y toman forma en nuestro país, se apueste en todo momento por un debate de altura ética, de propuestas y de denuncia sin más restricciones que las que eviten la discriminación, el odio, la xenofobia, el antisemitismo u otras manifestaciones reprobables.