
Promueve Ramírez Cuellar la participación ciudadana en elección Judicial
CIUDAD DE MÉXICO., 29 de enero de 2020.- Al interior del partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional la ratificación del T-MEC por parte del Gobierno Estados Unidos refleja que la administración de Andrés Manuel López Obrador está interesada en mantener una política exterior que se acorde a los intereses de vecino país del norte.
Luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump ratificara el T-MEC en la Casa Blanca, Washington, la dirigencia nacional de PRD aseguró que este instituto político estará al pendiente de que los ganadores de esta negociación no solamente sean los empresarios del sector, sino que llegue a las capas más bajas de la población.
El integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) Ángel Ávila consideró que los trabajadores deben ver aumentos en su salario y se pronunció porque todo el país gane en su conjunto. “Hoy el reto del gobierno federal es implementar verdaderamente la democracia sindical, aumentar el salario mínimo para las y los trabajadores del país, así como leyes laborales”, reiteró.
Consideró que la reciente firma de T-MEC es una buena noticia para nuestro país, ya que sin duda permitirá un mejor intercambio de bienes y servicios con nuestros países aliados como Canadá y Estados Unidos.
Por su parte, el dirigente Fernando Belaunzarán cuestionó la actitud del gobierno federal y su pleitesía al mandatario estadounidense, “el talento negociador del gobierno mexicano es decir Yes Sr, a todo lo que dice, tanto Trump como los demócratas”.
La secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN, Mariana Gómez del Campo considero que Los dichos de Donald Trump en un mitin en Nueva Jersey, donde afirmó que México está pagando por el muro es una vergüenza para la política exterior de México. No obstante, confirma lo que hemos señalado desde hace varios meses”,
Recordó que la política migratoria de México tuvo su punto de inflexión con la renuncia del académico Tonatiuh Guillén como Comisionado del Instituto Nacional de Migración, que marcó el fin de la actitud de “brazos abiertos” a los migrantes promovida por el propio presidente; además, el nombramiento de Francisco Garduño, con experiencia en temas de seguridad y centros penitenciarios, marcó el inicio de una política persecutoria que atenta contra los convenios internacionales de derechos humanos firmados por México.
Gómez del Campo afirmó que “las deportaciones colectivas que está realizando el gobierno federal para congraciarse con la administración de Trump es una clara violación al artículo 22 inciso 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que nuestro país suscribió y ratificó, por lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debiera investigar estas violaciones a las libertades fundamentales”.
Sobre el caos informativo que involucra a la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración (INM) sobre un oficio en el que se comunica la “suspensión temporal” para que organizaciones no gubernamentales visiten centros de detención de migrantes, la panista refirió que “lamentablemente no es una novedad, este gobierno tiene un serio problema de comunicación y en cada paso que da siempre genera confusión. Pero más allá, prohibir el acceso de organizaciones de la sociedad civil y asociaciones religiosas a las estaciones migratorias es una clara violación a la Ley de Migración que en su artículo 107 obliga al INM a permitirles el ingreso, pero este gobierno ha demostrado un desprecio por la legalidad”.