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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de agosto (Quadratín México).- El presidente de MVS, Joaquín Vargas, acompañado de su hermano, Ernesto Vargas, advirtió que si el gobierno confirma el “rescate” de la banda 2.5 GHz se consumaría una expropiación que ha desorientado a sus socios extranjeros, por lo que sería heredar un conflicto al próximo gobierno.
En ese sentido, dijo que defenderán hasta el final el proyecto de la banda de 2.5 GHz, por lo que prevén un litigio de al menos 5 años que: “ningún presidente ni secretario” podrán parar.
En entrevista en Radio Fórmula, los representantes explicaron que pelearán el espectro y que mientras se desarrolla el litigio la banda de 2.5 GHz no podrá ser utilizada.
Los empresarios argumentaron que el gobierno federal pretendía cobrarles 2 mil 700 millones de dólares como contraprestación, lo cual es una cifra estratosférica y económicamente inviable.
“De nada nos sirve el mejor chef, la mejor estufa si el dueño del restaurante quiere que le paguemos la renta de toda la plaza comercial, quiere que le paguemos algo que no corresponde a su negocio.
“Si hubiéramos pagado lo que la Secretaría de Hacienda pedía, sería una irresponsabilidad aceptar algo que económicamente es inviable”.
Platicó que ellos aceptaron lo que les pedía como contraprestación, pero con la condición de que se realizará un ajuste al poder adquisitivo; sin embargo, éste nunca se realizó.
Revelaron que a través de una solicitud de información se enteraron de que no había ninguna metodología que avalará el procedimiento, incluso ni siquiera tenía conocimiento de que se haya realizado dicha metodología.
Recordaron que parte del conflicto se derivó el pasado 4 de febrero, cuando Carmen Aristegui hizo un comentario sobre lo que había pasado en la Cámara y dos o tres minutos después el empresario recibió una llamada de Alejandra Sota en la que exigía que la periodista tuviera que presentar una disculpa por lo que acababa de decir.
“Con mucho tiempo de anticipación habíamos concertado con el nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes una reunión para tratar lo de la banda 2.5. Ese día me nos recibió Pérez Jácome con varias personas. En la sala de juntas, esperando, el particular me dijo que el secretario quería platicar previamente conmigo en su despacho. Me condujo ahí. El estando de pie me dijo que tenía instrucciones del Presidente de no tratar ningún asunto hasta en tanto la señora Aristegui no ofrezca una disculpa pública”.
“Él (Pérez-Jácome) me dijo, déjame saludar a las personas que están en la sala de juntas. Los saludó y dijo: lamento mucho decirles que esta reunión no se llevará a cabo, pero ya acorde con Joaquín que la podríamos hacer el lunes o martes…
“Pedí que se entrevistaran directamente con Carmen la gente que maneja radio. Se platicó con ella. Se le explicó la situación y se negó a hacerla, alegando que había hecho un comentario. No consideraba haber violado el código de ética ni alguna falta de responsabilidad…
“No está mal exigir una disculpa, pero el problema es solicitar de forma privada una disculpa pública… Le dije a Carmen, te invito a que lo pienses (era viernes). De otro modo vamos a tener que dar por concluida la relación laboral.
“Hablé con Sota en la noche, le informé y me dijo déjame checarlo… Me convocaban (con Sota) para el sábado. Estuve con ello tratando de mediar, pero la respuesta fue no, inclusive me entregó un texto, que era el mínimo que ellos estarían dispuestos a aceptar como una disculpa…
“Me la entregó. Yo le hice algunos comentarios y pedí a mi oficina que trabajaran en otra, tratando nuevamente de mediar. Al final del camino se obtuvo un solo texto. Yo sabía que por lógica… un periodista no iba a leer un texto no escrito por él”, recordó.
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