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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2019.- En accidentada sesión de la Cámara de Diputados, el Pleno parece que evidencia su falta de oficio legislativo, pues la duda en un procedimiento sobre una reserva aprobada, ha creado la confusión de los legisladores, por lo que se ha decretado el segundo receso del día.
La polémica se desató ante las reservas que presentó, aun en contra de su propia bancada, la morenista Lidia García, al dictamen de reforma a Ley de Instituciones de Crédito que permite el bloqueo de cuentas que estén involucradas con recursos de procedencia ilícita.
Esta Ley ya es conocida coloquialmente como Ley Nieto, en alusión al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Santiago Nieto.
Una de las reservas de la morenista, se refiere a las notificaciones que el señalado debe recibir por escrito por parte de la UIF, y no solo de la institución financiera donde tenga sus cuentas, para que se le explique por qué le fueron bloqueadas sus cuentas.
La otra propone quitar la facultad a la Secretaría de Hacienda, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de ser quien promueva la extinción de dominio de los recursos que resulten bloqueados.
Luego del conato de bronca ocasionado por la votación cerrada que permitió la aprobación de dichas reservas, ante las airadas protestas de Morena y su coordinador, Mario Delgado y tras una hora de receso, los legisladores regresaron al Salón de Plenos para continuar con el procedimiento.
Sin embargo, la confusión surgió cuando la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Rojas instruyó a que se consultara si las reservas, ya aprobadas e integradas al dictamen, debían votarse por separado cuando se votara el dictamen en lo particular, lo cual fue avalado.
El procedimiento, muchas veces realizado anteriormente, esta vez causó la confusión de los legisladores, quienes, al momento de intentar llevar a cabo la votación, cuestionaron lo que se iba a votar y cuáles serían las consecuencias del resultado, pues Morena busca por todos los medios de echar atrás las modificaciones.
Ante la aprobación e incorporación de estas modificaciones al dictamen, éste debe votarse en lo particular, de aprobarse, se va la Senado para su ratificación.
De rechazarse, el texto del dictamen queda, únicamente en la parte modificada, queda sin efecto y debe regresar al Senado para una nueva propuesta.
Después de una serie de intervenciones, unas confusas, otras ilustrativas, y unas más sin razón, la presidencia de la Cámara decidió decretar un receso de cinco minutos, el cual ya se extendió, para revisar el reglamento y los antecedentes que permitan desahogar correctamente el rumbo que se dará a este tema.