Resisten en 8M sin nada que celebrar, pero con el dolor en el rostro

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de marzo de 2023.- Estefanía Figueroa Becerril, hija de María Patricia Becerril Gómez, encontrada sin vida el 15 de mayo de 2018, al igual que la hermana de Magali, otra presunta víctima de feminicidio, subieron a la marea morada que inundó la avenida más importante y emblemática de la capital del país: Paseo de la Reforma.

En un año más de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la madre de Estefanía y la hermana de Magali alzaron la voz en protesta para exigir la justicia que todavía ven lejos de llegar, como muchas madres, hermanas y amigas más que resistieron este 8 de marzo sin nada que celebrar, pero con el dolor en el rostro como reflejo de algo que estruja hasta el alma por el feminicidios de sus familiares.

“Ante una mujer desaparecida, una mujer violada, golpeada o desfigurada por ácido, ante la indiferencia y la discriminación, hoy te pido lucha por nosotras, no sigas siendo rostro de indiferencia, del que juzga sin conocer. Nunca más, ni una menos”, exclamó María Patricia.

En cambio, la hermana de Magali continúa convencida de que su compañera no se suicidó, porque “ella era una mujer, madre, hija, hermana, tenía sueños y sobretodo ganas de vivir. Ese día ella tenía planes que su agresor no le permitió. Me dejaste muchos ‘te amos’ sin decir; Magali ya no está y no queremos que sea una estadísticas más”, expresó.

México es de los 10 países con más feminicidios y según las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), 639 mujeres en promedio viven violencia en sus hogares, 60 son violadas al día, mientras que 10 son asesinas, de acuerdo a un análisis académico basado en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Este 8 de marzo, las mujeres salieron a marchar para ser escuchadas al estar hartas de vivir con miedo. Sin importar condición o clase social, el sector mayoritario del país se unió para gritar justicia, entre madres de desaparecidas o hijas víctimas de feminicidios.