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BUENOS AIRES, 23 de mayo (Quadratín México).- Los familiares del ex dictador argentino Jorge Rafael Videla, fallecido hace seis días en la cárcel donde cumplía cadena perpetua, retiraron hoy sus restos de la morgue de Buenos Aires, sin que se conozca todavía dónde será enterrado.
Los medios mostraron imágenes de televisión de la salida del furgón con los restos de Videla de la morgue de la capital, pero no indicaron cuál es el destino del vehículo.
El cuerpo de Videla fue trasladado el pasado viernes desde el penal bonaerense de Marcos Paz hasta la morgue judicial, donde se le practicó la autopsia que reveló que falleció de un paro cardiaco derivado del las lesiones provocadas por una caída.
Durante toda esta semana los medios argentinos han especulado con los posibles lugares donde Videla podría recibir sepultura, incluido el cementerio de la localidad de Mercedes, a 100 kilómetros de Buenos Aires, donde nació el exdictador hace 87 años.
Centenares de personas se manifestaron este miércoles allí para repudiar al que fue jefe de la Junta Militar, ante la posibilidad de que finalmente la familia decidiera trasladarlo hasta una de las dos bóvedas que posee en el camposanto local.
Veintidós ciudadanos de Mercedes desaparecieron durante la dictadura y sus retratos fueron colocados días atrás a las puertas del cementerio local tras la muerte de Videla, quien junto con Emilio Massera y Orlando Agosti, lideró el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón.
Videla estuvo cinco años al frente del sangriento régimen militar que se instaló tras el golpe y concluyó en 1983.
Sentado por primera vez en el banquillo durante el histórico Juicio a las Juntas que encabezó el fiscal Julio César Strassera, en 1985 fue condenado por primera vez a cadena perpetua.
Amnistiado en 1990 por el gobierno de Carlos Menem, años después el juez español Baltasar Garzón le incluyó en una nómina de militares y civiles argentinos con orden de captura internacional por crímenes cometidos durante la dictadura.
En 1998, volvió a comparecer ante la Justicia por crímenes de lesa humanidad y fue condenado a cadena perpetua en 2010.
Como acusado, un octogenario Videla arengó a la rebelión militar hasta el último momento y defendió el papel del Ejército en lo que consideraba una guerra contra la insurrección.
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