
Teléfono rojo
Me invitó en 1997 a una entrevista sobre lo que yo acababa de publicar en La Jornada relativo a la denuncia contra Marcial Maciel, pederasta ahora globalmente ubicable. Se canceló.
Esa semana murió Emilio Azcárraga, el Tigre, y en la misa estuvo nada más y nada menos que el fundador de los Legionarios de Cristo.
Lo recuerdo en una “conversación”, como a él le gustaba llamar a las entrevistas, con estudiantes de periodismo. Sugerente, directo sin dejar de ser afable y sin omitir expresiones en libertad y para la cercanía. “No me preguntes eso güey, te quieres ir directo a la yugular”, le contestó entre risas a uno de los jóvenes. Y la charla continuó por otra dirección.
Ya como presidente del Consejo Ciudadano me entrevistó estos años una docena de veces en radio, antes del Gabinete de Seguridad de la CDMX, lo cual agradecí siempre.
Así era Ricardo Rocha Reynaga, tepiteño, administrador de empresas de formación, pero periodista para fortuna de quienes aprendimos de cada uno de sus programas, de cada una de sus entrevistas.
Fue testigo de los cambios significativos del país y los desmenuzó desde su interior. Con sagacidad y atrevimiento planteó a Azcárraga la posibilidad de contar con un programa en Televisa que pronto sería del gusto general.
En Para Gente Grande entretenía a millones con las charlas con escritores, actrices, actores, cantantes o vedettes. El periodista pasaba de lo profundo a lo popular con habilidad e inteligencia.
Ricardo Rocha, solidario y acompañante de las causas ciudadanas, falleció a los 76 años. Vio pasar cientos de acontecimientos en la vida diaria de México, formó a generaciones de profesionales de la comunicación.
La represión estudiantil de 1968 en Tlatelolco lo acercó a las causas sociales. En 1977 ganó el Premio Nacional de Periodismo por su cobertura de la revolución Sandinista en Nicaragua, un acontecimiento que puso a México como coprotagonista al ser un refugio para los sandinistas.
En Detrás de la Noticia hizo época y vivió los cambios profundos del país. Desde ahí emitió un video de la masacre de Aguas Blancas, Guerrero, donde la fuerza policial acabó con la vida de 17 campesinos.
Fue testigo de la caída del PRI al iniciar el siglo XXI. Al mando de su medio, cubrió este proceso electoral donde el PAN desplazó al partido que por más de 70 años había conservado el poder. Según el Instituto Federal Electoral, ahora INE, su programa fue el más imparcial en el proceso electoral.
Un carácter dado por el contexto donde creció. Una vecindad en Peluqueros 35, en el barrio de Tepito, forjaron a ese periodista que años más tarde sería ejemplo. El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció su trayectoria al recordarlo como el primero que lo entrevistó en febrero de 1996, cuando y realizaba protestas en pozos petroleros de Tabasco.
Rocha se fue en un momento de cambios históricos. Solo le quedó por ver la caída del último bastión de un priismo del que como periodista fue un crítico constructivo.
Salvador Guerrero Chiprés
@guerrerochipres