Abanico
Los políticos se lucen comiendo pinole
En las últimas horas miles de voluntarios, rescatistas, soldados, marinos, estudiantes, empleados públicos, policías, bomberos, brigadas de rescate internacionales y muchas empresas privadas se han fajado en las cadenas de apoyo a las víctimas de los terremotos, en cambio los partidos, sus dirigentes, diputados y senadores se han enredado en el arte de comer pinole.
¿Y qué han aportado? Mucho rollo.
Hasta ayer, lo único que había era buenas intenciones, mucha disposición para apoyar a la gente –sus electores-, pero en términos de pesos y centavos, nada concreto.
Como dice el clásico, lo que no se traduzca en pesos y centavos, es pura demagogia.
Para los ciudadanos de a pie y uno que otro viejo analista político, los partidos y sus dirigentes siguen pasmados, dándole largas a decisiones que son taquilleras pero que como dicta la dialéctica, como puede ser como puede no ser.
Todos coinciden en que hay que hacerle cirugía mayor al Presupuesto Federal 2018. No es necesario que se rasguen las vestiduras para decirlo, puesto que las autoridades hacendarias ya están en eso y así ocurrirá. Mientras tanto a la guerra de declaraciones tuiteras los dirigentes pasaron a otras propuestas pero que con todo y sus asegunes sólo serán realidad cuando todos firmen.
El fin de semana Lorenzo Córdova, consejero titular del INE comentó que existen las rutas legales que permitirán recanalizar los recursos de los partidos al apoyo de los damnificados, pero éstos tienen la última palabra.
El PRI anunció que hoy formalizará ante el INE que renuncia a 258 millones de pesos de las prerrogativas que le corresponden en este año –que no las ha ejercido- para destinarlas al apoyo de los damnificados.
Ya todo mundo se enteró que en respuesta al reto del PRI, los dirigentes del PAN- PRD y MC no quisieron quedarse atrás y propusieron eliminar el 100 por ciento de los recursos del INE a los partidos, pues las campañas pueden financiarse con las aportaciones de militantes y simpatizantes. Esta es una vieja, muy vieja propuesta del PAN.
Y ya entrados en gastos, Alejandra Barrales, Dante Delgado y Ricardo Anaya dijeron que como los recursos de los partidos son poca cosa para atender las necesidades del desastre, propondrán además un mega Plan de Austeridad, que incluye quitarles a los funcionarios los gastos médicos mayores para que hagan fila en el IMSS y en el ISSSTE como Juan Pérez.
Y seguro que ahí también se van a atorar.
El punto es que nadie sabe nadie supo cuánto van a aportar individualmente los dirigentes.
Y obligado por las circunstancias, Morena anunció que pasará el bote entre sus militantes para juntar 103 millones de pesos que se concentrarán en un fideicomiso para destinarlo a los damnificados. Pero hasta octubre, ojo.
El generoso granito de arena de Andrés Manuel López Obrador será de un mes de sueldo, es decir 50 mil pesitos y ya no le muevan.
Pero eso sí López Obrador dijo que le tomaba la palabra a “los otros” para eliminar el 100 por ciento del financiamiento del INE.
Ah, pero todo dependerá de que los partidos aceptan renunciar al 100 por ciento de los recursos del INE, pues sólo así le entran y si no, pues no.
López Obrador aprovechó la tribuna para anunciar que el martes llevará al Congreso un Plan Alternativo de Austeridad, para sacar 300 mil millones de pesos necesarios para la reconstrucción.
Y desempolvó las propuestas que durante años se han servido de bandera proselitista. Incluye la cancelación “inmediata” de la construcción del nuevo aeropuerto. ¿En serio? La venta del nuevo avión presidencial y la eliminación de las pensiones de los ex presidentes, tema al que Vicente Fox se aferra como nadie.
Los únicos que estarán a cargo de verificar a dónde se van los 103 millones de pesos prometidos, serán los elegidos de un hermético consejo de notables donde ni el Inai podrá meterse. El boteo comienza hoy cuando se conocerá el número de la cuenta bancaria donde los morenistas podrán mocharse.
La chiquillería hace como que hace. No más.
Se ajusta el tablero
La tragedia ha puesto en juego la capacidad de respuesta de los responsables en las diferentes áreas del gobierno. Esto ha mejorado la calificación de unos y ha bajado los bonos de otros. Frente a las elecciones de 2018 los sismos movieron también las posiciones de los aspirantes en el tablero preelectoral.
La respuesta de los funcionarios hoy es totalmente distinta a la de hace 32 años. La calificación en términos generales ha sido buena.
Enrique Peña Nieto salió del hoyo de la baja popularidad en la que estaba encerrado, Miguel Ángel Osorio Chong y José Antonio Meade siguen confirmados como los prospectos más sólidos del tricolor y haciendo lo que les toca.
Es más, Aurelio Nuño se ha manejado bien en lo que debe hacer.
A Miguel Ángel Mancera sus archienemigos lo atacan un día y otro también y le piden que no deje la jefatura de gobierno como lo tenía previsto. Y aunque a algunos no guste ya rebasó por el centro a todos sus competidores y hoy es el mejor prospecto aliancista.
Margarita Zavala casi desaparece estos días. López Obrador también se perdió un rato del radar.
Es más Ricardo Monreal aunque con bajo perfil se posicionó mejor que Claudia Sheinbaum, quien se atoró en el tema del Colegio Rébsamen.
Pero ya sabemos, esto apenas comienza.