Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
¿Y cuándo van a regresar los soldados a sus cuarteles?
Parece que en el Congreso la democracia deliberativa ya dio de sí. Porque la mayoría de los temas considerados de interés nacional chocan con el infranqueable muro de las posiciones de partido y los tiempos político-electorales.
Los legisladores cuestionan la actuación de las fuerzas armadas al enfrentarse con los delincuentes, pero no regulan el tema. ¿Entonces?
Alguien no está haciendo su tarea.
Llama mucho la atención que una de las demandas más recurrentes es que los soldados regresen a sus cuarteles, pero cuando se plantea el tema de manera seria la interpretación de normativas como la Ley de Seguridad Interior le da un sentido distinto, como si la intención fuera la de militarizar al país. De ser así, los propios legisladores tienen la facultad de cuidar que eso no ocurra, ¿qué no?
Uno de los problemas reales, es que los debates en el Congreso son los legisladores los que siempre se justifican, pero así como tienen la facultad de darle vida a las leyes, también la tienen de refundirlas en la congeladora.
Y si no, el mejor ejemplo es el de los juicios políticos que después de 13 años de dormir en la congeladora de los injustos, han comenzado a ser desechados porque el tiempo los convirtió en improcedentes. Los legisladores fueron los que no hicieron su tarea.
Lo absurdo. El PRI convocó a los gobernadores de Michoacán Guerrero y Tamaulipas para dar su opinión sobre el tema de la inseguridad en sus entidades, lo cual dijeron permitiría avanzar en el tema de la Ley de Seguridad Interior para su dictaminación. Pero ya los voceros del PAN y PRD rechazaron que la iniciativa esté a punto de turrón. Ni para atrás ni para adelante sino todo lo contrario.
Todos sabemos que los gobiernos estatales tienen las mejores intenciones para hacer la tarea pero la mayoría prefiere mantener su espacio de confort y que sin despeinarse, las fuerzas federales realicen las tareas que les compete.
Van algunos botones de muestra. La agrupación Causa Común confirmó que en enero de este año, el 7.39 por ciento del total de 116 mil 832 elementos mandos y operativos de las Secretarías de Seguridad Pública en los estados, no pasó la prueba de control de confianza y siguen en activo.
Estamos hablando de 9 mil 159 elementos.
Y sorpréndase, Sinaloa sigue distinguiéndose por tener el 42 por ciento de los elementos que no pasaron el examen de confianza; Michoacán el 31 por ciento; Veracruz 26 por ciento, Baja California Sur y Nayarit, ambos con 22 por ciento. ¿Cómo para cuándo?
En contraste, las entidades con menor porcentaje de policías no aprobados son Campeche, Guanajuato, Coahuila, Estado de México y Puebla.
Estos puntos flacos en la seguridad estatales son pretexto para llamar a las fuerzas federales a que hagan el trabajo que les toca.
La realidad sobre la capacidad instalada es apabullante.
Datos de la Secretaría de Gobernación muestran que en los 2 mil 247 municipios del país, existen mil 800 corporaciones. De ellas, 900 tienen 20 policías o menos.
En todo el país tenemos 450 mil policías entre estatales y municipales. Y no responden adecuadamente al tema del combate a la inseguridad. ¿Tóns?
Los datos de la Segob plantean que la participación de las fuerzas federales permitieron bajar de 22 homicidios a l6, por cada 100 mil habitantes. Este registro se logró en tres años, mientras que a Colombia, por ejemplo, le tomó más de 30 años.
Ah y se propuso el Mando Único y, bien gracias.
Con todo, reuniones van y vienen, los diagnósticos están a la vista y la propuesta de legislar este tema sigue en la mesa de los congresistas. ¿Cómo para cuándo?
Ojalá y nos equivoquemos pero nada se moverá hasta después de las elecciones de junio. El 30 de abril termina el actual periodo de sesiones y se reanudan en septiembre y hasta entonces podría definirse si va o no la Ley de Seguridad Interior, tiempo en el que se espera avancen también las negociaciones partidistas para nombrar al Fiscal General y al Fiscal Anticorrupción. Uf. Si bien les va.
Lavaderus est
1.- Frases lapidarias.
2.- Chapulinazos
3.- Notas para seguir de cerca.