El Rincón del Chamán/Jesús Sánchez

PRI, PAN. PRD y Morena, cambios de liderazgo

Como quiera que fuese, o si prefiere, haiga sido como haiga sido, después de las elecciones de junio comenzarán los movimientos internos para el cambio de dirigencias nacionales en al menos cuatro partidos.

Si bien la expectativa de las candidaturas presidenciales de 2018 tendrán mucho peso en estas decisiones, también se cobrarán facturas según como les haya ido en las fiestas electorales estatales de junio.

Es más, cuando se conozcan los resultados de las elecciones en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, ya se podrá tener una idea de lo que ocurrirá en las burbujas del PRI, PAN, PRD y Morena. Algunas van a reventar.

Por ejemplo Enrique Ochoa Reza aseguró que el PRI ganará 3 de 3; en el PAN Ricardo Anaya se juega un volado con la apuesta de Josefina Vázquez Mota, a la que dicen que ni caso hace; en el PRD ya está perfilado el relevo (un mexiquense) de Alejandra Barrales y, en Morena, solamente hay de una sopa y tibia, la de Andrés Manuel López Obrador. Pero vamos por partes.

Peor, imposible

En Indicador Político de Carlos Ramírez, espacio dedicado al análisis de la real politik a la mexicana, destaca una noticia en Conspiracy Theory, que no es sorpresa pero si una tragedia para los panistas: Josefina Vázquez Mota no sale del cuarto lugar y la deja en el escenario de “peor, imposible”.

Pueden enunciarse muchas razones que han influido en este escenario, pero la explicación más creíble es que otra vez la dejaron a su suerte.

El tema es que una derrota para el PAN en el Estado de México, llevará airados reclamos contra Ricardo Anaya que ya se había visto dando el gran salto de la presidencia del PAN a la candidatura presidencial.

En Coahuila tampoco tiene nada amarrado y un triunfo en Nayarit sería una medalla chiquita para las intenciones del queretano.

En el PAN el horno no está para bollos, literal. Los calderonistas están con que pueden irse del PAN y a Rafael Moreno Valle lo persigue la mancha de los huachicoleros.

Todos los días crece el número de apuntados para pelearle el espacio a Ricardo Anaya. Ernesto Ruffo se sacudió las telarañas y Luis Ernesto Derbez le dijo a @cirogomezleyva que también está apuntado.

Con tantos aspirantes en el PAN a la candidatura presidencial de 2018, ya parece peregrinación a Los Pinos. ¿Qué no?

El ex gobernador de Nuevo León, Fernando Canales le mandó decir a Anaya, en entrevista con el Universal, que debe renunciar a la dirigencia nacional un día después de los comicios del 4 de junio si pretende la candidatura presidencial.

Anaya le apuesta al control orgánico del PAN, si antes no se le sobrecalienta el horno panista.

Ni tan #SuperReQueTeBien

Ulises Beltrán uno de los más destacados encuestadores del país hizo una interesante reflexión. El respaldo de los seguidores de Elba Esther Gordillo a la campaña de Delfina Gómez fue como ponerle al PRI en bandeja de plata, que AMLO está dispuesto a pactar hasta con el diablo para apoyar a Delfina Gómez.

Nadie tiene claro que el respaldo de la maestra Gordillo, que se entiende como una revancha, pueda hacer la diferencia en cuanto a votos se refiere, pues el voto útil de los maestros lo tiene el Partido Nueva Alianza que va en coalición con el PRI. ¿Ton´s?

Andrés Manuel López Obrador, el pastor, hace buena parte de su campaña personal vía la campaña de Delfina Gómez. Y se nota cierta desesperación, pues los números no les alcanzan.

Y AMLO necesita el empujón mexiquense para sus intenciones futuristas. El problema es que las alianzas que no amarre hoy, no serán en el futuro. El PRD no va, el PT quién sabe. El Movimiento Ciudadano de Dante Delgado tampoco, ya aclaró que no se hagan ilusiones.

La elección mexiquense se va judicializar. Pero mientras, AMLO tendrá que avanzar en los preparativos para encargar la dirigencia y ponerse por tercera ocasión la cachucha de candidato presidencial.

En realidad será de trámite el relevo en la dirigencia de Morena con alguno de sus seguidores –sin descartar incluso a Esteban Moctezuma o a José Luis Barbosa, aunque usted no lo crea. Ya se verá quién asume el papel de pastor designado de los morenos.

La guerra tribal

Antes de que Alejandra Barrales logre concertar la gran alianza de las oposiciones para la candidatura presidencial de 2018, la dirigente nacional del PRD tendrá que pensar en poner orden en casa, pues las tribus siguen causando estragos.

Los que saben, dicen que Barrales hará todo para ganar tiempo y dejar la dirigencia del sol azteca en manos de una corriente con una base militante amplia que le permita redondear el proyecto de la alianza ciudadana en torno a Miguel Ángel Mancera.

En este escenario Juan Zepeda, quien ha hecho un buen papel en el Estado de México, sigue como la opción más fuerte para convertirse en dirigente nacional del PRD.

El punto es cómo convencer a Los Chuchos que reclamarían el 50 por ciento de las posiciones del PRD. La guerra tribal que viene se desatará en agosto y de ello depende que Barrales logre apoyos para convertirse en la candidata al gobierno de la CDMX en 2018. Todo en paquete.

PRI, ¿3 de cuántos?

Enrique Ochoa Reza, seguro que reza todos los días porque le salgan sus pronósticos aunque hay dudas de que logre el 3 de 3 en junio. Y eso marcará su destino en el muy corto plazo.

La debilidad del grupo mexiquense en los tiempos recientes y la baja en los índices de aceptación del number one en Los Pinos, le restará poder de decisión a la actual dirigencia a la hora de definir al candidato y diseñar el programa del PRI para la contienda de 2018. Por eso, se espera un ajuste en los liderazgos del tricolor.

Como sea Ochoa Reza tuvo que entrarle a la organización  de la XXII Asamblea Nacional del PRI para agosto, con la promesa de darle un espacio a la autocrítica. De esta Asamblea los priistas pueden salir más  fracturados o con un proyecto distinto al mexiquense. El candidato presidencial priistas se definirá en los primeros días de enero, pero antes tendrá que establecerse lo que ya parece un hecho, el retorno de los brujos.