Teléfono rojo/José Ureña
A falta de información formal del INE y a la lentitud del Prep, unos primero y otros después, pero cada quién dio los resultados electorales que quiso.
Momentito, momentito, no se trata del juego de la perinola en la que todos ganan, reclamó Melita Peláez (Mela para sus detractores) cuando se soltaron –como en cascada– las autoproclamas de triunfo.
Fue tal el desorden que el presidente del INE, Lorenzo Córdova pidió a partidos y candidatos algo así como “no te calientes granizo”, conminándolos a esperar los resultados oficiales.
Y precisamente se refería a los datos del INE a través de los Programa de Resultados Preliminares (Prep) –que se espera estarán listos la tarde de este lunes–. El caso es que el flujo de resultados del Prep fue tan lento, que esto contribuyó a la confusión.
Todo mundo esperaba datos previos del INE, pero todos nos quedamos esperando.
A lo mejor por eso, las declaraciones de los dirigentes partidistas, de PRI, Manlio Fabio Beltrones; del PAN, Ricardo Anaya y del PRD, Agustín Basave, reflejaron historias distintas.
Los candidatos levantaron las manos y festejaron, pero como no había tendencias oficiales cambiaron la fiesta por el silencio. Los resultados de las encuestadoras no se sostuvieron.
CDMX, gana la abstención
Pero uno de los episodios más dramáticos, sin duda, fue el de la elección para la Asamblea Constituyente de la CDMX, que perfiló que la abstención había arrasado en las urnas, apenas el 30 por ciento de los electores salió a votar. Pero ojo, los independientes se habrían llevado el 9 por ciento de esos votos. ¿Y la legitimidad del Constituyente apá?, preguntó uno de los chamanes.
Los contrastes. Martí Batres salió a cantar el triunfo de Morena en la CDMX, y horas más tarde, Agustín Basave aseguraba que el PRD llevaba la mano. “Volvimos a ganar”, dijo casi a la medianoche vía Facebook, Andrés Manuel López Obrador. Por falta de datos, el Peje no se atrevió a cantar más victorias.
Exit poll, los chamuscados
Las empresas dedicadas a realizar encuestas de salida, mejor conocidas como exit poll, tuvieron su peor temporada electoral y cayeron en el descrédito.
Los que se atrevieron a adelantar resultados, detonaron la cascada de autoproclamas.
Como para no quemarse, la televisora del canal de las estrellas se curó en salud y anunció que desde los comicios de 2012 la empresa decidió no dar a conocer sus encuestas de salida y que Consulta Mitofsky esperaría a tener información más sólida para evitar errores.
Roy Campos, cabeza de Mitofsky, ha explicado que el problema no son las encuestas sino los políticos que las usan a su antojo. Y en eso tiene algo de razón, pero algunas encuestadoras no cantan mal las rancheras.
Francisco Abundis, en otro canal, se mostró prudente y decidió no dar resultados. En las otras mesas de radio y televisión se dio espacio al mano a mano que durante muchas horas tuvieron los candidatos para autoproclamarse ganadores. ¿A quién creerles, pues?
Llamó la atención que Morena fue colocándose en tercera posición en la mayoría de los estados donde compitió y en la CDMX se sirvió con la cuchara grande.
Beltrones ofreció una conferencia en la que anunció que estaban seguros de haber ganado nueve gubernaturas y reconoció desventajas en una. No dijo cuáles.
Los panistas reclamaban. “Que alguien despierte a Ricardo Anaya, ya le ganó Beltrones”, reprochó Juan Ignacio Zavala en Twitter. Al rato apareció Anaya para decir que habían ganado tres gubernaturas lo que nunca había ocurrido en la historia panista, “el PAN está de regreso”, festejó.
Y mucho después salió Agustín Basave para decir que los electores votaron pero en contra del PRI y el gobierno. ¿Pues en qué elección estuvo?, preguntaban los expertos en análisis electoral emergente.
Luego anunció que el PRD había ganado en seis estados: Oaxaca, Tlaxcala, Quintana Roo, Durango, Veracruz y en la CDMX.
Como perritos en periférico
A falta de datos formales, los expertos invitados por los noticiarios de radio y televisión inventaron nueva terminología para justificar la falta de certeza. En algunos casos calificaron la elección “cerrada” pero sin decir de a cómo era eso, 3 o 5 puntos o más. Otra clasificación fue la de “ventaja” para fulano o mengano, también sin datos.
Ah, para no comprometerse, el recurso fue “tómelo con reservas, porque faltan los resultados oficiales”. Pero como no había resultados.
En realidad nunca hubo una explicación de por qué se suprimió la información de las muestras que tomaban las autoridades para definir tendencias.
Había que esperar los datos del Prep, no hubo de otra.
El INE dio el jalón de orejas pero no anticipó que cada candidato haría todo para jalar agua para su molino y por eso nadie estaba dispuesto a reconocer la derrota.
La perinola, ¿todos ganan?
La confusión fue tal que en Veracruz los Yunes se declararon ganadores, Héctor y Miguel Ángel. Yunes Linares andaba muy nervioso, Cuitláhuac García también se apuntó pues el Prep en sus primeras horas daba la ventaja a Morena. Pero por la noche Mitofsky le dio oxigeno a Miguel con sus conteos de salida.
A Javier Corral algunos medios lo desahuciaron y cuando las opiniones pintaban hacia otro lado, lo revivieron. Lo mismo ocurrió en Quintana Roo donde al ex priista Carlos Joaquín lo daban por perdido luego también apareció como personaje de The walking dead.
Los datos que iban y venían en una sola dirección daban por hecho, por ejemplo que el PRI ganaba en Hidalgo por 20 puntos de diferencia –se les pasó la mano–; en Puebla el PAN también siempre se mantuvo arriba, aunque Beltrones acusó una elección de Estado.
En Zacatecas las referencias informales daban ventaja al PRI, mientras que David Monreal, el candidato de Morena, decía satisfecho: “ahí la llevamos”.
En Oaxaca Alejandro Murat, se proclamó vencedor y por la noche Mitofsky le daba al priista una ventaja de siete puntos para dejar atrás Jorge Estefan Garfias.
En Sinaloa se descontaba que el PRI recuperaba la plaza. Quirino Ordaz salió a cantar su triunfo y el único que pataleó fue Movimiento Ciudadano.
Para Mitofsky ya no eran tres gubernaturas para el PAN sino cinco.
A la medianoche y cuando otros señalaban un empate técnico en Tamaulipas, Mitofsky daba el gane al PAN –ahí fue sin el PRD– con más de 9 puntos; ya entrados en gastos le dio el triunfo a la alianza PAN–PRD en Quintana Roo.
Casi al mismo tiempo en que el Instituto Electoral de Zacatecas daba su propio conteo rápido, Mitofsky salió con números muy parecidos, para darle el triunfo al PRI que quedaría casi 10 puntos arriba del candidato de Morena.
Los resultados finales del Prep se conocerán en el transcurso de este lunes y el conteo final empezará hasta el miércoles. Pero por una noche, todos se creyeron ganadores.