Teléfono rojo/José Ureña
Por falta de evidencias, se desploma el sabotaje
Han pasado los días, las semanas, y los incidentes “atípicos” en el Sistema de Transporte Colectivo (Metro), el de mayor demanda y uso en todo el país, continúan como las humaredas, gigantescos congestionamientos de personas en las estaciones más caóticas por falta de convoyes, y sin que se puedan evidenciar los actos de sabotaje, más allá de los grandes hurtos de cable.
La narrativa sobre el sabotaje no fue comprada por los usuarios, quienes –en encuestas—han señalado su miedo a utilizarlo por la evidente falta de mantenimiento.
Al respecto un ex funcionario del gobierno capitalino, en los tiempos en los que gobernaba el Partido de la Revolución Democrática – el casi extinto partido del sol azteca— me solicita espacio para dar a conocer su experiencia. Me cuenta Ulises:
“En el año 2004 y a mis 23 años de edad, Jesús Zambrano, siendo subsecretario de gobierno me dio la oportunidad de trabajar cercanamente a él. Entonces, el PRD puso a la cabeza del gobierno capitalino al hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. La experiencia me permitió observa cómo funciona el gobierno capitalino.
“Así, puede observar también una gran cantidad de asuntos en los que interviene el Sistema de Transporte Colectivo. Vi desde los operativos para desmantelar a mafias de vendedores ambulantes, hasta el traslado de las porras de los equipos capitalinos –Pumas, Águilas y Cementeros-, así como el accionar de la Policía Bancaria e Industrial (PBI).
“Por ese entonces el sub director de seguridad institucional era Alfonso Suárez del Real, quien manejaba y se responsabilizaba de la operación y funcionalidad del Metro. Mónico Ávila era el director de Administración, y fue con ellos con quienes aprendí el funcionar de tan complejo sistema de transporte. La compra de llantas y refacciones para los convoyes, que si bien sor armados en el país, una gran cantidad de piezas son adquiridas en el extranjero. Bombardier tiene la exclusividad de su venta en México.
“El Sistema de Transporte Colectivo está integrado en su mayor parte por empleados del Gobierno Capitalino, y en ese entonces no se escatimaba un solo peso para su correcto funcionamiento. De tal manera que se garantizaba el óptimo funcionamiento del STC casi como un reloj.
“El monitoreo que se hacía era más que puntual, y en los tres años en los que pertenecí a esa administración, los incidentes fueron menores, no más que el continuo transitar de los usuarios y algunos suicidios de personas que se arrojaron a las vías del tren. También detectamos robos a los usuarios por parte de los malandros que llegan a operar el interior de los andenes y vagones, pero de ahí en fuera no había percances mayores y fatales como los que hemos visto recientemente.
“Puedo afirmar con toda certeza que los descuidos, falta de atención y mantenimiento, se han presentado en las últimas dos administraciones capitalinas y en la actual. Marcelo Ebrard entregó la última Línea 12 (conocida como la Línea Dorada), y pese al mal trazo y errores evidentes la entregó de forma apresurada. Hoy, vemos que los últimos directores designados por el gobierno capitalino para la conducción de este Sistema de Transporte, que mueve a diario a casi cinco millones de personas, brilla por sus desconocimientos”.
Hasta ahí el testimonio desde dentro de los túneles, andenes y demás vericuetos de nuestro Metro.
No hay que olvidar que a la fecha no hay responsables del trágico accidente de la Línea 12, que al desplomarse causó la muerte de 26 personas y la inmovilidad de una parte sustantiva de los habitantes de Tláhuac y más puntos del oriente de la ciudad, en la que viven millones de trabajadores y personas humildes que necesitan desplazarse a sus centros de trabajo y escuelas de sus hijos. Muchos de ellos en viajes que les consumen hasta cuatro horas diarias, en la ida y vuelta.
En aquel momento los señalamientos apuntaban a Marcelo Ebrard por recibir y abrir una obra mal hecha y con fuertes y evidentes errores en su trazo y demás especificaciones técnicas, como los rieles, los durmientes y hasta las llantas. Miguel Ángel Manceras también fue señalado de no verlo y permitir continuara su funcionamiento, pese a las fallas.
Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno capitalino también fue señalada por no dar mantenimiento y estar más ocupada en sus giras promocionales a la candidatura de Morena, con miras al 2024. Cierto que es la corcholata más aventajad, cuidada y promocionada desde Palacio Nacional.
Los tres aspiran a la máxima magistratura del gobierno federal. A los tres no debe olvidarse, que el pueblo no olvida. El tema ya entre los legisladores capitalinos que exigen un transporte seguro.