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CUERNAVACA, Mor., 15 de diciembre de 2021.- El origen de la ruptura al interior del Congreso de Morelos fue la negativa de Morena y aliados de la 4T (PT, PES y RSP) a desaparecer la Entidad Superior de Fiscalización (ESAF).
Los 20 diputados locales se dividieron en dos bloques en que ninguno alcanza la mayoría legal para aprobar dictamen alguno. La parálisis legislativa, política y administrativa es total.
Este miércoles 15 de diciembre llega a su fin el primer periodo ordinario de sesiones con un rotundo fracaso: no tendrá Morelos presupuesto 2022. Por un ordenamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no hay prórroga o la opción de parar el reloj legislativo.
Y hay un clima hostil al interior. El bloque del llamado G11 conformado por PAN, PRI, NA y MC propuso su propio proyecto de presupuesto que en la sesión de este miércoles debió declarar desechado. Lo mismo sucedió con otros proyectos de decreto como la revocación de mandato.
A última hora el bloque del G9 tuvo dos desprendimientos: el morenista Arturo Flores y la diputada de RSP, Erika Hernández Gordillo. Ni así se alcanzó la votación legal requerida.
La confrontación se extendió hacia el ejecutivo. El gobernador Cuauhtémoc Blanco llamó sinvergüenzas a los diputados Agustín Alonso y presidente del Congreso, Francisco Sánchez Zavala.
Este congreso inició funciones apenas el pasado primero de septiembre y de seguir así, Morelos deberá operar en el gobierno durante el próximo año con el mismo presupuesto de 2021 y entes como la Universidad y ayuntamientos no podrán contar con mayores recursos para hacer frente a sus obligaciones. Con información de Quadratín Morelos.