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GUATEMALA, 11 de noviembre (Quadratín México).- Un sismo de 6.1 grados Richter sacudió hoy Guatemala, a las 16:15 hora local (22:15 GMT), informó el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), sin que haya reportes de víctimas, al tiempo que el presidente Otto Pérez Molina anunciaban los planes de reconstrucción, tras los daños de otro terremoto hace cuatro días.
Medios locales reportaron que el sismo se sintió en buena parte del país y provocó temor entre la población, pues ocurre cuatro días después de un terremoto de 7.2 grados que dejó al menos 42 muertos el pasado miércoles.
De acuerdo con el Insivumeh, el epicentro del sismo de este domingo se ubicó en las costas del Pacífico, frente a Champerico, departamento de Retalhuleu, en la misma ubicación que el terremoto del miércoles.
Los cuerpos de socorro informaron sobre un derrumbe en Barranca Grande, San Marcos, de acuerdo con la edición electrónica del diario Prensa Libre.
El rotativo añadió que muchos vecinos de San Marcos salieron a la calle, alarmados por el sismo, aunque por el momento no hay reporte de víctimas.
El gobierno de Guatemala se alista para la reconstrucción, tras el devastador sismo de 7.2 grados en la escala de Richter que azotó al país y que dejó decenas de muertos, miles de damnificados y daños materiales todavía sin cuantificar.
Pérez Molina, quien asumió el 14 de enero pasado, definió un plan de trabajo de cinco etapas para la reconstrucción del país que van de la evaluación de los daños, costo de los trabajos hasta la ejecución de las acciones de la reconstrucción.
Indicó que la vicepresidenta Roxana Baldetti fue designada responsable de la preparación del plan y la conformación de los equipos de trabajo encargados de la ejecución de las obras.
Precisó que las obras se centrarán “en dos grandes rubros”, como son la construcción y rehabilitación de servicios básicos, edificios y obras públicas, así como la reconstrucción de las viviendas de las familias afectadas.
Las autoridades establecieron que unas ocho mil 243 viviendas presentan daños y que de esta cantidad casi dos mil quedaron destruidas, por lo cual fueron declaradas “inhabitables”.
La administración destinó 60 millones de dólares de créditos internacionales que se invertían en proyectos productivos y 250 millones de quetzales (32 millones de dólares) que se “reorientarán” a la asistencia humanitaria y primeras obras de la reconstrucción.
Pérez Molina destacó que el próximo viernes “deberá estar terminado todo el trabajo de campo de la evaluación, y se tendrá el primer dato de los costos de la reconstrucción de los daños por el terremoto del 7 de noviembre”.
Según el gobernante, el trabajo de la reconstrucción “hace énfasis en la transparencia del gasto” y se evitará a toda costa que sectores pretendan sacar provecho de la tragedia de los guatemaltecos.
Al gobierno anterior (2008-2012) le tocó enfrentar los daños de las intensas lluvias y el paso de la tormenta Agatha en 2010, que causó casi 300 muertos y pérdidas económicas equivalentes al 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, dominó la corrupción. “En la experiencia de Agatha nos trasladaron (al nuevo gobierno) 12 mil millones de quetzales (1.5 mil millones de dólares) en deuda, pero la ejecución de esos recursos, las obras, no se ven por ninguna parte”, sostuvo el presidente.
Dijo que “el primer paso de la transparencia” fue que su gobierno impuso el Estado de Calamidad Pública para ocho departamentos (de un total de 22 en que se divide el país), donde se concentran las víctimas y daños materiales, y no para todo el país.
La medida de excepción faculta al gobierno a utilizar recursos con el fin de agilizar la asistencia a la población en riesgo y realizar compras de bienes y servicios sin la licitación pública de ley para las adquisiciones del Estado.
El sismo de 7.2 grados en la escala de Richter, registrado a las 10:35 horas (16:35 GMT) causó por lo menos 42 muertos y daños materiales y pérdidas económicas cuantiosas, según información oficial actualizada luego que en un inicio se reportaron 52 decesos.
De acuerdo con el gobierno, alrededor de 6.7 millones de personas –casi la mitad del total de la población de 14.5 millones de habitantes- se considera “en riesgo” por efecto del sismo.
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