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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de agosto de 2016.- Con la conclusión de las convenciones de los partidos Republicano y Demócrata donde Donald Trump y Hillary Clinton se convirtieron en los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, respectivamente, el embajador México en Washington, Carlos Sada, tiene la responsabilidad de entablar comunicación con ambos equipos de campaña para informar sobre la importancia de la relación bilateral.
El Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y a su vez de la propia embajada mexicana en la Unión Americana, ya está estableciendo conductos para proveer información y generar espacios de puntos de vista respecto de lo que México representa como socio y aliado del vecino país de Norteamérica.
De acuerdo a cifras oficiales, se estima que en EU existe una comunidad de origen mexicano de más de 35 millones de personas, de los cuales 11.6 millones son nacidos en México. Tan sólo de la contribución que la comunidad realiza todos los días con su trabajo, representa el ocho por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Aproximadamente, ocho millones de empleos estadounidenses dependen de las actividades económicas realizadas por inmigrantes indocumentados. Y una de cada 25 empresas en Estados Unidos son propiedad de inmigrantes mexicanos, generando ingresos anuales de 17 mil millones de dólares.
Entre 1990 y 2012, la SRE dio cuentas que el número de emprendedores hispanos y mexicanos se cuadriplicó. Hoy, uno de cada 10 mexicanos en EUA tiene un negocio propio. Además, soporta y genera seis millones de empleos directos en beneficio.
La canciller Claudia Ruiz Massieu aseguró que esto trasciende coyunturas políticas y dijo que para el Gobierno mexicano su relación con Estados Unidos es importante, estratégica y fundamental para la prosperidad de ambas naciones.
El despliegue de actividades del gobierno de México, tanto a partir de su embajada como de la red consular en ese país, y de distintos funcionarios, ha estado encaminada a no incidir en el proceso electoral, sino a informar sobre lo que México significa en el escenario global y la relación comercial, que ascendió en 2015 a más de 531 mil millones de dólares.
En los próximos meses, el embajador Sada continuará buscando espacios de acercamiento y diálogo con los aspirantes de los partidos Republicano y Demócrata.
Recientemente, en el marco de la visita oficial del presidente Enrique Peña Nieto, el propio mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que los republicanos tuvieron una oportunidad de compartir su visión con el país, haciendo hincapié en los temas que les resultan importantes.
De la misma manera, los demócratas tuvieron la posibilidad de presentar su visión sobre el progreso realizado, y cómo asegurarse de que todos tengan oportunidades en el futuro. Pero Obama señaló que dejará que el pueblo estadounidense sea quien juzgue cuán persuasivos fueron los argumentos.
En reiteradas ocasiones, Peña Nieto ha dicho que ante el proceso democrático que se vive en Estados Unidos, su gobierno será absolutamente respetuoso.
“No nos involucraremos, no opinaremos, no fijaremos posición, porque es un asunto que, a final de cuentas, corresponde al pueblo estadounidense decidir quién será su próxima Presidenta o Presidente”, recalcó desde la Casa Blanca.
No obstante, lo que sí postuló desde hoy es que con quien resulte electa o electo, el Gobierno de México trabajará de manera constructiva y de buena fe, pues afirmó que la relación entre ambos países va más allá del mero ámbito económico.
De lo anterior, los mandatarios coincidieron en la buena cooperación en materia de seguridad, no sólo para que el Gobierno de México combata de forma más eficaz al crimen organizado, que no respetan fronteras y que operan en ambas naciones, sino también, para que el Gobierno norteamericano tenga un combate eficaz contra el terrorismo.