
Libros de ayer y hoy
@guerrerochipres
En las carreteras, donde las reglas de tránsito deberían dictar el orden, ocasionalmente la paciencia se queda en el retrovisor. Entonces, el paseo o el recorrido cotidiano puede terminar en tragedia.
Un claxon dirigido al automovilista que no reacciona al cambio de la luz del semáforo, un cerrón imprevisto, la batalla por impedir el paso del otro, el tráfico abundante ponena prueba el autocontrol y civismo.
Recientemente, un incidente en la autopista México-Cuernavaca, tras una serie de cerrones, agresiones verbales y una riña entre conductores, dejó tres heridos y un muerto, lo que evidenció una problemática de violencia al volante.
No se trata de casos aislados. En 2022, un video viralizó el ataque de un hombre a un automovilista con su familia sobre la Avenida Río Churubusco, en la Ciudad de México, donde un conductor, molesto por el cierre de su paso, usó un bastón para agredirlos.
Dos años después, otro incidente similar ocurrió en la Colonia Guerrero, cuando una discusión verbal entre un taxista y otro conductor derivó en una confrontación física, en donde uno de los involucrados empuñó un martillo para atacar al otro automovilista.
Reflejos de una falta de control emocional. ¿Cómo prevenir entonces la violencia al volante y fomentar una cultura de respeto entre automovilistas?
Uno de los factores clave en este tipo de altercados es el estrés, particularmente en situaciones de tráfico vial, la presión por llegar a tiempo o la frustración generada por otros conductores puede desbordar el autocontrol. Junto con la falta de herramientas para gestionarlo, desencadena reacciones violentas ante incidentes menores. Así, el diálogo debe ser nuestro aliado para la resolución de conflictos.
Mantener la calma, practicar la cortesía al volante, respetar los límites de velocidad, ceder el paso cuando sea necesario, evitar maniobras agresivas o responder a provocaciones de otros conductores, son estrategias básicas para prevenir confrontaciones. Fortalecer la cultura cívica y fomentar el autocontrol es parte de la educación vial.
En caso de presenciar o ser parte de una situación de violencia vial, la línea de emergencias 9-1-1, operada por el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México, ofrece apoyo inmediato.
Salvador Guerrero Chiprés es coordinador general del C5 en la Ciudad de México