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MORELIA, Mich., 21 de marzo del 2017. – Hace un año que Michoacán vivió uno de los días más sangrientos en la historia de la nota roja, al terminar el lunes 21 de marzo cuatro niñas habían sido asesinadas, tres a manos de su madre, asesina confesa; y una pequeña de 12 años primero abusada sexualmente y luego muerta a puñaladas y después tirada en un paraje en Tarímbaro.
Eran apenas las nueve de la mañana cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó el hallazgo del cuerpo de una menor de 12 años en un predio rústico de la comunidad Peña de Panal, en Tarímbaro. Información de la investigación revelaría algo trágico.
La pequeña había sido llevada a la fuerza por un hombre vecino a su domicilio, la abusó sexualmente y satisfecho, le quitó la vida con un arma blanca.
A casi un año de su desaparición, los elementos de la procuraduría dieron con su paradero y lo llevaron ante un juez de control para posteriormente, ser vinculado a proceso por feminicidio en contra de la menor.
Después de la noticia de la primer menor la mañana de ese lunes 21, transcurrió tranquilamente, sin embargo, alrededor de las 18 horas algo cambió drásticamente y una nueva noticia tocó las fibras más sensibles de la apacible sociedad moreliana.
Martha Teresita Ch., se encontraba en su domicilio y con ella sus tres hijas de tres, cinco y siete años.
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