Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de mayo de 2021.- La CSI acoge favorablemente las recomendaciones esenciales y de amplio alcance del Panel Independiente de Preparación y Respuesta frente a Pandemias (IPPPR), presidido por Helen Clark y Ellen Johnson Sirleaf. Hace falta una acción inmediata y a más largo plazo por parte de instituciones multilaterales revitalizadas.
La CSI apoya el urgente y vital llamamiento del Panel respecto a riquezas, capacidad productiva y propiedad intelectual compartidas. La Organización Mundial del Comercio debe aplicar una exención de los ADPIC en relación con la pandemia, y el G20 tiene que aportar los recursos necesarios para incrementar la capacidad de producción, vacunación y pruebas.
Además de introducir la serie de reformas recomendadas en el informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) deberá apoyarse más en la OIT para garantizar la protección de empleos y de los trabajadores frente a futuras pandemias, y consultar con sindicatos y empleadores de manera más efectiva y consistente respecto a la gestión y los efectos de las pandemias en los lugares de trabajo.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, declaró que: “El informe del IPPPR pone de relieve las tremendas consecuencias que tiene la falta de inversión en sanidad y en el cuidado de ancianos, así como en protección social, que deberían ser derechos universales pero que están plagados de lagunas. Necesitamos un Fondo Mundial de Protección Social a fin de iniciar el proceso de colmar esas lagunas y lograr una protección social sostenible. La gente no debería verse obligada a escoger entre llevar comida a la mesa o tomar las medidas necesarias para evitar contagiarse y propagar enfermedades mortales.
“El informe encomia justificadamente al personal situado en primera línea e incluye asimismo un reconocimiento a todos los demás trabajadores –en la producción, distribución y venta de alimentos, en transporte, educación y cuidados, cuyos bajos salarios exacerban aún más la amenaza de infección– quienes han hecho mucho más que simplemente cuidar y suplir las necesidades de otros. Los lugares de trabajo se convirtieron en focos de infección y han sufrido a causa de las medidas necesarias que se adoptaron para contener la pandemia.
“El nacionalismo y las desigualdades han sido en gran parte responsables por la enorme mortalidad y el aumento de la pobreza, especialmente entre las mujeres, grupos vulnerables racializados o personas con discapacidad así como quienes trabajan en el sector informal. Los conocimientos y la competencia han sido validados y deberían promoverse y defenderse frente a figuras populistas y adeptos a teorías conspirativas como el expresidente Trump en EE.UU. o el presidente Bolsonaro en Brasil.
“Es necesario financiar mejor la sanidad pública de manera que la salud de la población no dependa de cuán rico sea su país. Pero necesitamos además un Nuevo Contrato Social que sustente la recuperación y la resiliencia y la salud y seguridad ocupacional ha de reconocerse como un derecho fundamental en el trabajo.”