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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de julio de 2017.- El economista e investigador Luis de la Calle Pardo sostuvo que México debe estar preparado y dispuesto a “pararse de la mesa de renegociación” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si Estados Unidos plantea cláusulas inaceptables, pero aclaro que esta es una decisión que debe pasar primero por el Congreso de la Unión.
Al participar en el foro, Revisión y Actualización del Tratado de Libre Comercio para América del Norte: Capítulo (El Campo Mexicano) ¿Quién va a desarmar la pistola? Que se realizó en la Cámara de Diputados, De la Calle Pardo reiteró que dejar la renegociación es una decisión de Estado muy importante ya que puede tener consecuencias muy graves”.
El también, ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía, Luis de la Calle y quien participó en el diseño de este tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, dijo que “no habría cara” del Gobierno federal para presentarle al Senado de la República un pacto contrario a los intereses del país.
Aunque reconoció que será difícil la renegociación del TLCAN, señaló que México debe seguir adelante buscando siempre un beneficiar al país, y recomendó que no seguir el juego de las redes sociales cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace algún comentario inmediatamente después de que se llega a negociar algo.
“A lo mejor uno negocia algo en la mesa y al día siguiente él (Donald Trump) pone un tuit que contradice lo que uno negoció. Entonces, México debe tener como regla, no reaccionar más que a lo que
Estados Unidos ponga por escrito, en papel membretado y firmado, porque estar reaccionando a los tuits y a las declaraciones en aviones y expresiones de otro tipo es subirnos a una montaña rusa de la que luego va a ser muy difícil bajarnos”, apuntó.
Finalmente, el especialista afirmó que esta renegociación es más equilibrada de lo que se piensa, porque México, dijo, es un mercado muy grande para Estados Unidos, lo que hará que la defensa de los intereses mexicanos venga, incluso, de los propios exportadores estadounidenses.